Un museo alemán inaugura 'Picasso y las mujeres' con un cuadro procedente de Mallorca

«Nu couché et homme à la guitarre», de 1972, mide 80 x 100 cms. Es un óleo sobre tela en el que el pintor se autorretrató tocando la guitarra junto a una mujer desnuda y recostada, un lienzo datado pocos meses antes de la muerte del pintor y admirado por los expertos. Un ejemplo de ello es el de Rosina Gómez Baeza, directora de Arco, que comentó sobre él que «es una obra genial de la última etapa del artista».

La pieza, que fue adquirida en subasta en 1992 en Christie's de Nueva York, ayudará a ilustrar un tema que, según explican desde el museo, «es aparentemente evidente pero nunca ha sido tratado desde este punto de vista». Los organizadores de la exposición se refieren a que la misma acogerá no sólo aquellos retratos de mujeres que mantuvieron relaciones duraderas con Picasso, sino también de aquéllas que han quedado un tanto olvidadas. Entre las primeras están Fernande Olivier, Olga Kokhlova, Marie-Thérèse Walter, Dora Maar, Françoise Gilot y Jacqueline Picasso. Y entre las segundas figuran Jeanne Bloch, Madeleine, Eugenia Errazuriz, Eva Gouel, Inés, Gaby, Lee Miller y Helena Rubinstein.

«En estos retratos de mujeres se muestra la capacidad de Picasso para resaltar cualidades individuales y características de las personas representadas borrando, al mismo tiempo, las facciones irrelevantes». Las relaciones de Picasso con las mujeres fueron muy importantes en su creación artística. «Gracias a la fuerza creadora que suscitaban en él las mujeres, Picasso descubrió normas artísticas y, a menudo, un nuevo canon de formas. Cada una de sus relaciones con una mujer refleja voluntad renovadora, pero también análisis, duda o destrucción.