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IOLANDA PERICÀS La nueva Biblioteca Diocesana de Mallorca abre hoy sus puertas al público en la Casa de l'Església, con un fondo de más de 125.000 volúmenes, la mitad de los cuales son anteriores al siglo XX. El nuevo centro bibliotecario supondrá, según su director, el especialista en liturgia medieval Gabriel Seguí, «un aumento de la cualidad respecto a la disposición de herramientas de estudio e investigación, una recuperación del patrimonio y una gran oportunidad para establecer una diálogo entre la iglesia y la sociedad civil, porque una biblioteca es un espacio de diálogo, libre y sin censuras».

Inaugurada el pasado mes de junio, aunque cerrada hasta hoy, esta biblioteca dispone de diferentes grados de acceso a su fondo. De esta manera, el salón de lectura está a disposición del público en general, mientras que sólo dejarán sacar libros si son posteriores a 1950. También se limitará el acceso a manuscritos y libros antiguos, «que sólo podrán consular los investigadores». Los fondos que forman esta nueva biblioteca proceden de las diferentes instituciones eclesiásticas mallorquinas, como el Centre d'Estudis Teològics de Mallorca, el Col·legi de la Sapiència, el Museu Diocesà, la Biblioteca Episcopal o el Arxiu de la Cúria Diocesana, así como numerosas donaciones.

En este sentido, Seguí afirmó que «se han unificado los ficheros de los diferentes depósitos en uno solo, con lo que se facilita el trabajo a los investigadores». Y añadió que «la UIB y nuestros trabajadores ya han iniciado un proceso de informatización de este gran fondo bibliográfico». Entre los volúmenes que forman parte de la Biblioteca Diocesana, «de los cuales 100.00 son libros antiguos», el padre Seguí destacó una serie de manuscritos, «los más antiguos del siglo XIV» y unos 150 incunables, que fueron editados entre 1450 y 1500.