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MIREIA BALASCH. Enviada especial a Tàrrega. Tàrrega ha despertado. Desde ayer por la tarde este pequeño municipio leridano respira teatro por los cuatro lados: calles llenas de gente, música, malabaristas y coloridas carpas que acogen algunos de los cien espectáculos que este año configuran la propuesta de la XXII Fira de Teatre. Seis de estas propuestas proceden de las Balears.

Por tercer año consecutivo las artes escénicas de las Islas tienen su espacio propio en la feria: la Carpa de las Illes Balears. En ese lugar se representarán cuatro de las seis obras. El objetivo: «Que las producciones teatrales estén presentes fuera del archipiélago y que la cultura sobreviva», según apuntó Pere Muñoz, director general de Cultura del Govern.

«L'Enfonsament del Titànic» de Hans Magnus Enzensberger inauguró ayer el programa balear. Dirigida por Rafel Duran e interpretada, entre otros, por Caterina Alorda y Phillip Rogers, la obra se erige como el montaje más «atípico de los que suele haber en la muestra», en palabras de Joan Arrom, delegado de teatro del Govern. El espectáculo huye del teatro básicamente visual de Tàrrega para ofrecer «una metáfora del siglo XX que se hunde», manifestó Rogers. Es la primera vez que Balears lleva obras infantiles a la feria. «Les aventures d'en Tres i Mig» de Teatres Públics de les Illes Balears; «Històries de la botiga encantada», de Teatre de la Sargantana y «Vols fer de Cucorba amb Cucorba?» son los tres montajes en cuestión.

El espectáculo del grupo Teatres Públics será el único que se representará por primera vez en Tàrrega, «un estreno mundial», bromeó Frederic Rueda, director del mismo.

«Voice Void» de Au Ments y «Divertinaje» de Wonderbrass completan la representación balear de este año en la Feria.