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EFE - VENECIA
El actor americano Tom Hanks conquistó ayer Venecia con el papel de gangster bueno en el filme del inglés Sam Mendes «Road to perdition» («Camino de perdición») en el que también trabaja Paul Newman. Ambientado en la Chicago de los años 30, el filme, que compite por el León de Oro, habla sobre la paternidad y la doble moral de un bandido que quiere ser también un ejemplo para sus dos hijos pequeños. «Así como es un buen bandido es un buen padre, los dos personajes tienen lógica, son coherentes», aseguró Hanks en la conferencia de prensa de presentación. «Las relaciones entre padre e hijos son extrañas, a veces somos como amigos otras como desconocidos».

Con un magnífico Paul Newman en el papel de capo de una poderosa banda de traficantes de licor, el filme habla del amor paterno, de la redención de una familia, de la lealtad y de la posibilidad de salir de círculo vicioso de la criminalidad. Inspirado en un cómics de Max Allan Collins, el filme intenta romper con el modelo de las películas de gangsters y evita escenas sangrientas de violencia y tiroteos. «Es un filme violento contra la violencia y una declaración de amor hacia los filmes de gangsters», confesó el director.

El realizador Arturo Ripstein también presentó «La virgen de la lujuria», inspirada libremente en un relato de Max Aub sobre la historia de un grupo de refugiados políticos españoles en México, exiliados al término de la Guerra Civil, en el marco de una relación autodestructiva que mantienen una prostituta española y un camarero mexicano. En el reparto, intérpretes españoles, entre ellos Ariadna Gil, en el papel de la prostituta, y Juan Diego, como exiliado. En Venecia estuvo Catherine Deneuve, que junto a William Hurt protagoniza «Au plus prés du paradis» una historia de amor en la Nueva York actual firmada por Tonie Marshall.