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TOMEU OBRADOR Los clásicos están en auge. El Castell de Bellver acoge hoy y mañana, a las 22.00 horas, una de las escenificaciones más conocidas de Sófocles, «Edipo Rey». La compañía Teatro Corsario de Valladolid será la encargada de representar la obra. El director del montaje, Fernando Urdiales, expresó su ilusión por actuar en Palma y explicó que esta adaptación no es «una versión arqueológica. Hay una disciplina técnica».

«'Edipo Rey' es una obra que cada vez está más de moda», comentó Urdiales. La pieza introduce varias innovaciones como, por ejemplo, «el papel del coro» que cumple una función «estética y simbólica». «Es la salsa de la obra, adquiere gran protagonismo». Tanto el vestuario como la música recuerdan a Grecia. En el reparto figuran nueve actores y actrices. El papel protagonista, Edipo, está encarnado por Pedro Vergara. Éste consideró que «representar a Hamlet, Segismundo o Edipo rey siempre es un caramelo». Según él, el personaje de Edipo le exige «esfuerzo». «Cuando acabas te liberas». Otras de las características del papel es tener «un camino bien trazado» hecho que no implica una «interpretación difícil».

«Es muy considerado y, para evitar un conflicto, se va precipitando, enredándose, hasta caer víctima de su propia obsesión», comentaron Urdiales y Vergara. El texto respeta el original, «con intriga y tensión». Urdiales se encargó de la versión de la obra de Sófocles, basándose, a su vez, en la adaptación de Manuel Fernández Galiano.

«Edipo trata de encontrarse, busca de dónde viene y quién es», en palabras de Urdiales. Al final, la búsqueda le lleva a automutilarse. El hecho de que el público sepa quién es el asesino desde el principio le lleva a ver «cómo el protagonista se va equivocando», lo que provoca «tensión», según el director. «Edipo es casi un Dios». Un dios que pasa de estar en lo más alto de la sociedad a ser expulsado por sus propios ciudadanos.