En la imagen, un instante de la firma del convenio. Foto: JAUME MOREY

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El departamento de Cultura del Consell y la Generalitat de Catalunya iniciaron el lunes una campaña de arqueología subacuática en cala Sant Vicenç, en Pollença. Esta intervención submarina es la primera que se hace impulsada por una institución pública en Balears. La decisión de intervenir en este lugar concreto obedece a una petición formulada por la Comissió de Patrimoni Històric. Según explicó la consellera Maria Antònia Vadell, «existen sospechas de que parte de este patrimonio haya podido quedar afectado por las últimas extracciones de arena».

Asimismo, la intervención también se fundamenta en el hallazgo el pasado mes de mayo de unos restos arqueológicos como un cuello de ánfora, una ánfora completa, una posible quilla o una llave. La campaña estará codirigida por Xavier Nieto, director del Centre d'Arqueologia Subaquàtica de Catalunya, y por el arqueólogo mallorquín Ferran Tarongi. La zona de excavación se situará en la parte suroeste de la cala, concretamente en cala Barques y cala Clara. El coste total de la campaña, que se prolongará hasta el 11 de agosto, es de unos 21.000 euros. Los arqueólogos trabajarán a seis metros de profundidad.

En la intervención participarán catorce arqueólogos, nueve de los cuales han sido formados en Cataluña gracias al convenio subscrito con el CIM. Éste fue uno de los aspectos más destacados por Vadell que, gracias a la formación de este personal, adelantó la posibilidad de constituir un centro de arqueología subacuática para impulsar la investigación del patrimonio sumergido del litoral de las Illes Balears.

El director general de Patrimoni de la Generalitat, Marc Mayer, puso de relieve la importancia para Balears de la existencia de un centro de arqueología subacuática refiriéndose a que «las islas, al ser un punto de refugio y una encrucijada en el Mediterráneo, es un de los lugares donde más restos pueden encontrarse ya que en muchas ocasiones las visitas de barcos no eran demasiado agradables o bien recibidas y acababan en naufragio».