Una imagen retrospectiva de Lorenzo Quinn junto a una de sus obras.

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La colección de esculturas públicas que se exhiben por calles y plazas de Ciutat se incrementará con una nueva obra de gran formato firmada por un escultor de apellido popular, Lorenzo Quinn (Roma, 1966), que la Fundació Turística i Cultural de les Illes Balears (Fundatur) donará a Palma. La entidad también apoyará la intervención de Miquel Barceló en la Seu con 900.000 euros (150 millones de pesetas), decisión que se tomó anteayer durante una reunión del patronato con representantes del Govern y los Foments del Turisme.

El patronato de Fundatur está integrado por destacados empresarios baleares. La Fundació, que se creó para la promoción del turismo y la cultura balear, es una institución de la que, sobre todo, se conoce la primera de sus acciones, la adquisición del yate «Fortuna», donado al Patrimonio Nacional. La embarcación sustituyó al viejo barco del mismo nombre en el que navegaba la Familia Real durante sus vacaciones mallorquinas. José Francisco Conrado de Villalonga, delegado general de La Caixa en Balears, fue quien propuso a los patronos de Fundatur la adquisición de la escultura de Quinn, asunto del que se habló en la reunión de anteayer. En este encuentro se aprobó una partida de 900.000 euros, 150 millones de pesetas, para la remodelación diseñada por Barceló para la Capilla de Sant Pere, en la Seu. Los patronos de Fundatur, Gabriel Barceló, presidente del Grupo Barceló; Pere A. Serra, presidente del Grup Serra, y Gabriel Escarrer, presidente de Sol Meliá, defendieron especialmente este apoyo.

Respecto a la escultura de Quinn, las manos y la esfera son dos de los elementos narrativos utilizados por el artista en sus obras, que estos días expone en Dubai. Ambos están presentes en la pieza que Fundatur ofrecerá al Ajuntament de Palma, una gran esfera de cristal que lleva una mano en su interior. Quinn ha querido reflejar, de manera simbólica, el viaje hacia Mallorca desde todos los puntos.

Lorenzo Quinn es un artista vinculado a Balears por sus veraneos en Eivissa y porque en Mallorca y en la Pitiüsa se han podido contemplar sus manos, torsos, cuerpos, representados con gestos expresivos. Las manos son iconografía recurrente en su trabajo. De ellas dijo: «Me gustan porque todo el mundo entiende lo que transmiten, pueden ser las de cualquiera, no es como el rostro, que personaliza».