Las piezas sin permiso de exportación.

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A.PLANAS/J.NICOLAU/M.DÍAZ El Grupo de Patrimonio del Cuerpo Nacional de Policía investiga un delito de expolio y varios de encubrimiento relacionados con el hallazgo del tesoro del Castell de Santueri a cargo del ciudadano suizo Rupert Spillmann, que mediante un detector de metales descubrió numerosas piezas de gran valor histórico.

La investigación de estos supuestos delitos se abrió después de que la dirección general de Bellas Artes y Bienes Culturales de la Secretaría de Estado de Cultura tuviera conocimiento del presunto expolio a través de dos artículos publicados en Ultima Hora .En uno de ellos se explicaba que un número sin determinar de piezas de Santueri fueron sacadas de España y llevadas a Suiza por Rupert Spillmann. En el otro, se reproducían las declaraciones de este arqueólogo aficionado donde reconocía haber llevado a cabo la excavación y haber encontrado numerosas piezas. También reconocía que su trabajo no contó con ningún control por parte del Consell de Mallorca.

Ante la aparición de estas noticias, la dirección general de Bellas Artes y Bienes Culturales decidió abrir una investigación y descubrió que las piezas se habían sacado del país sin su correspondiente permiso de exportación, necesario para que todo fuera legal. El permiso para exportar piezas de arte lo tiene que dar la Junta de Valoración y Calificación. Al darse cuenta desde Madrid de que no se les había informado de nada, se avisó a la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Manacor para que iniciara las pesquisas. El jueves los efectivos del Grupo de Patrimonio Artístico empezaron a tomar declaración a los responsables del CIM relacionados con el caso. También se espera tomar declaración a Spillmann. Estas declaraciones continuarán en los próximos días y se recabarán todos los documentos necesarios para esclarecer si hubo delito, ya fuera intencionado, por ignorancia o por dejadez y desidia de los responsables del Consell de Mallorca.

La investigación policial se realiza paralelamente a la iniciada dentro del mismo Consell de Mallorca, que se vio obligado a tomar esta decisión ante la presión de la prensa y, posteriormente, del Parlament. Las primeras investigaciones han permitido tener conocimiento también que el ciudadano suizo Rupert Spillmann no poseía permiso por escrito del propietario para llevar a cabo la excavación, aunque si había un permiso oral. Por su parte, ayer, desde el Consell de Mallorca, Joana Maria Palou, directora de insular Patrimoni Cultural, mostró su satisfacción por la investigación policial, ya que, aseguró, «es muy positivo que se lleve a cabo esta investigación, pues de esta manera todo quedará bien aclarado».

Miquel Angel Grimalt, director insular de Urbanismo, de quien depende la investigación del CIM, que instruye Miquel Barceló, señaló respecto a la judicial: «Tenemos noticias de que se está haciendo y se ha facilitado la información que se nos ha pedido». Serán los servicios jurídicos del CIM los que determinen «qué debemos hacer respecto a nuestra investigación».