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MIQUEL SERRA/JOAN TORRES - SAINT PAUL DE VENCE
«Ustedes, en Mallorca, son muy afortunados. Tuvieron a Miró, a quien yo conocí porque trabajaba las cerámicas con Artigas muy cerca de aquí, al lado de mi casa. Miró era una persona encantadora. Y ahora ustedes tienen a Miquel Barceló. He visto pasar las piezas por aquí delante, mientras montaban la exposición. Son muy buenas, y la escultura que está en el jardín, este coche con forma de cráneo, es genial». Kiki Giuliana, la señora que se encarga del bar de la Fundación Maeght, de Sant Paul de Vences, parecía encantada de poder conversar con unos mallorquines mientras preparaba el vernissage que se serviría en el decurso de la inauguración de «Mapamundi», una gran exposición sobre los últimos doce años de trabajo de Miquel Barceló.

El propio Barceló también quedó encantado por este «Mapamundi» de 130 piezas recogidas básicamente de colecciones privadas por el director de la Fundació Maeght, Jean-Louis Prat. El artista de Felanitx se presentó poco después de las doce del mediodía en el edificio que diseñó Josep Lluís Sert acompañado por su madre. Allí le esperaba su marchante, Bruno Bischofberger, la imagen del cual aparece, inevitablemente, colgada en una de las paredes de la Fundación. El «Mapamundi» que ha ordenado Jean-Louis Prat contempla todas las evoluciones del artista de Felanitx: óleos, cerámicas, esculturas, la visión de Àfrica, las tauromaquias, los bodegones, las naturalezas muertas...y los fondos marinos, donde ahora ha recalado Barceló.

Acompañado de su madre, de Celestí Alomar y de Guillem Frontera, Barceló hizo un recorrido por las salas de la Fundación. Alomar y Frontera se trasladaron a Saint Paul en calidad de presidente y director, respectivamente, de la Fundació Balears 21, que promueve la intervención de Barceló en la capilla de Sant Pere, de la Seu de Palma. «Ilusionado por poder ver por primera vez toda esta obra junta», el artista recorrió toda la exposición, parándose para explicar a sus acompañantes las representaciones y las técnicas. Mientras hacían comentarios sobre las naturalezas muertas que podrían servir de modelo para las figuras que irán a la Seu, la madre del artista contempló algunas plazas de toros y comentó: «Como nos gustaban mucho le pedimos a Miquel que nos hiciera más como estas. Pero él se negó en redondo porque, dijo, que ya había realizado suficientes».

Cada obra tiene su pequeña historia que Barceló explicó. Llama la atención un oso blanco sangrando con una daga en el corazón. Barceló pintó el animal a partir de un modelo, tal vez de juguete, e insertó el arma para compensar un cuello demasiado largo. «Copito de nieve», el gorila albino de Barcelona, tiene también su imagen en «Mapamundi». Barceló le rinde homenaje porque «es un personaje entrañable, tiene cuarenta años y se puede decir que es de nuestra generación». Barceló también se emociona cuando habla de las algas marinas, el tema sobre el que trabaja actualmente. «Esto lo pinta al revés, de abajo a arriba», explicó la madre del artista, haciendo buenas las imágenes del vídeo que se puede ver allí mismo, «Miquel Barceló, des trous et des bosses», donde se le ve trabajando con un lienzo colgado del aire para que las materias incorporadas y los goteos de la pintura causen un efecto similar a un fondo marino.