TW
0

Sísifo, el héroe absurdo, fue castigado por los dioses a subir una piedra a una montaña empinada. El trabajo se convirtió en repetición: cada vez que llegaba arriba, la piedra retrocedía hasta su posición inicial. La escultora Esperanza d'Ors ha unido este mito con el presente y lo ha juntado con el balón, la esfera que hace un mismo esfuerzo para llegar a un destino siempre igual. El resultado puede verse en la exposición «Once Sísifos y algunos suplentes» que se presenta hoy en la Sala Pelaires.

«De todos los mitos, el de Sísifo es el que más se identifica con el ser humano», explicó la artista. D'Ors quiso acercarse a Sísifo desde un punto de vista irónico pero nació trágico. «Apareció de manera inconsciente, sin pensarlo». Las esculturas recrean figuras humanas que empujan o aguantan una esfera, el balón. «Cree once porque son los jugadores de un equipo pero me salieron más, los suplentes». Para la escultora, «los hombres estamos esperando que nos dejen subir la piedra».

Hacer para deshacer. La madrileña muestra en la exposición la esencia del trabajo. «Cualquier tarea es repetición», la misma acción continuada, como Sísifo. Todo visto desde una óptica cercana, uno de sus objetivos. «Busco la reflexión sobre el hombre, que no haya barreras entre mis obras y el espectador», aseguró. Para ella, el artista debe «reflexionar sobre el tiempo que le ha tocado vivir». La manera de hacerlo, «dejando testimonio».

Su primer contacto con el universo de los mitos fue casual. «Quería hacer un homenaje al mediterráneo y al desnudo femenino, por lo que elegí a Afrodita». Luego se convirtió en búsqueda de ideales que pudieran servirle para expresar la esencia del arte, que nunca «debe quedarse en algo puramente decorativo».