El director de escena, el musical y los cantantes, durante la puesta a punto de «Don Pasquale». Foto: JAUME MOREY

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LAURA MOYÀ Ensayar, dar los últimos retoques a una pieza e hilarla hasta que quede correcta. Capas, jardines ficticios y arias se juntan durante unos días para conformar un todo que podrá verse el 10 de septiembre en el Poliesportiu Es Galatzó de Santa Ponça. «Don Pasquale», de Donizzeti, es el tercer montaje organizado por el Coro de Calvià dentro de las fiestas del Rei en Jaume. Cuatro aspectos han cambiado respecto a los otros años. El primero, la gestión. «Hemos evolucionado», afirmó Xisco Bonnín, director musical.

El segundo, los cuatro solistas, «muy buenos», algunos de ellos venidos de Italia. El tercero, la escenografía, realizada por Miquel Massip, quien ha hecho un decorado «no tradicional pero tampoco moderno», en el que la «plástica tiene mucha fuerza», comentó Bonnín. El cuarto, la participación de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears, «una ayuda para consolidar nuestras representaciones, para afirmar que no se trata de una cosa de aficionados». Otra novedad. El miércoles 5, Roger Alier, crítico musical, ofrecerá una conferencia.

Los ensayos están estructurados de tal manera que pueda prepararse todo a conciencia. Ahora, este dúo, ahora, la soprano sola. Mejora esto, mejora eso otro. Todo tiene que estar a punto para el estreno. «No hemos pretendido hacer una ópera bufa ni una cosa de costumbres. Se trata de cinco cantantes que explican una historia con la presencia del público», explicó Francesc Nel·lo, director escénico. No se esconde nada. «Los subrayados de la actuación, lo que debe hacerse notar, van destinados a los espectadores», según Nel·lo. Para lograrlo, hay que juntar la aportación de cada uno con las directrices que marca la obra.