Miquel Barceló contempla la escultura que muestra en París. Foto: CARLES DOMENEC.

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CARLES DOMENEC Miquel Barceló expone hasta el próximo mes de septiembre en los jardines del Palais Royal de París, a pocos metros del Louvre, una de sus más recientes esculturas en una exposición colectiva titulada «Cincuenta años de escultura española». Se trata de un coche de bronce oxidado que ha bautizado con el nombre de «Mobili», que significa automóvil en bambara. La pieza forma parte de una exposición que agrupa a tres generaciones de artistas españoles siempre en su faceta de escultores. Todas las obras presentadas se realizaron durante los últimos cincuenta años. La de Barceló es una de las más recientes y data de 2001. La muestra reúne, además de la obra del mallorquín, trabajos de Tàpies, Plensa, Aguilar, Úrculo, Arroyo, Alfaro, Miró, Chillida, Valdés, Mascaró, Chirino, Palazuelo, Nagel, Miquel Navarro, Oteiza, Leiro, Criado y López García.

Miquel Barceló acudió a la inauguración y estuvo viendo la instalación de la escultura en los idílicos y tranquilos jardines parisinos. Algunos amigos le esperaban. El artista se dedicó en los primeros instantes a revolotear alrededor de su pieza cerciorándose de los detalles del montaje. Se le vio contento y no dejó de sonreír. Sólo minutos antes de que el mallorquín llegase al recinto, cuatro especialistas en la carga de obras de arte y ayudados por un tractor habían terminado de colocar su coche de bronce con forma de cráneo.

En una entrevista, que publica hoy íntegramente Ultima Hora en su edición de papel, Miquel Barceló afirma que «lo que hago cada día es pintar, lo de las esculturas es un paréntesis».