Víctor Mora, con algunos de los originales de «El Capitán Trueno» que se exponen en el Solleric. Foto: JOAN TORRES.

TW
0

El Casal Solleric expone desde hoy una exposición que bajo el título «Còmic, 3 mirades» realiza un recorrido por la trayectoria artística de tres dibujantes gran calidad: Víctor Mora, Das Pastoras y el mallorquín Bartomeu Seguí. Víctor Mora, creador de personajes como «El Capitán Trueno», «El Jabato» o «El Corsario de Hierro», estuvo ayer en Palma para asistir a la inauguración de la exposición. Mora, de 70 años, muestra un buen humor envidiable. Para este guionista, el secreto del éxito de «El Capitán Trueno», su personaje más popular, «estriba en que en él hay muchos elementos que están en la vida de las personas, lo que conecta con facilidad con el público. Además, dentro de las limitaciones que imponía la censura, había una visión política, que se puede resumir en que 'El Capitán Trueno' era un héroe que luchaba a favor de los deprimidos y contra la tiranía».

Víctor Mora se molesta cuando recuerda que han acusado a «El Capitán Trueno» de fascista. «Como voy a crear un personaje fascista yo, que estuve en la cárcel por subversivo. Evidentemente, con él ni con mis otros personajes luchaba contra el franquismo, porque los libros no hubieran durado ni media semana. Durante mucho tiempo tuve que decir lo que me dejaban, porque la censura era muy dura», explica el guionista.

De hecho, la censura no perdonó ni a «El Capitán Trueno» ni a «El Jabato». Se censuraron viñetas de «El Capitán» y la reina Sigrid por obscenas e, incluso, se impidió que los personajes llevaran armas. «Esto creó una situación curiosa, ya que todos los personajes aparecía con los puños al aire, lo que para la censura debía ser peor», recordó divertido Mora, que añadió: «Trabajar con la censura era difícil, pero con los años te acostumbrabas y sabías hasta donde podías llegar».

Víctor Mora recuerda con mucho cariño a Ambrós, su dibujante y colaborador. «Fue un hombre represaliado por el franquismo, de origen humilde y un gran luchador por la libertad». Mora es crítico con la situación actual del cómic en España. Reconoce que hay grandes artistas, aunque culpa a las editoriales de no creer en el cómic. Tampoco cree en los géneros y reconoce que «me gusta todo lo que sea bueno, porque un dibujante ha de trabajar con pasión. Yo siempre he querido hacer las cosas seriamente, lo mejor que he sabido».