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Según una respuesta del conseller de Cultura del Govern, Damià Pons, que contestó a una pregunta del PP, distintas instituciones públicas y privadas han invertido en el patrimonio histórico de las islas alrededor de 450 millones de pesetas durante el año 2000. Entre el dinero invertido por los centros que cuentan con su propio presupuesto destacan los 20 millones que el Museo de Mallorca destinó a sus salas de prehistoria, que ya han sido abiertas al público, y los 15 del Museo de Muro para la reparación de su cubierta.

Por lo que respecta al 1 por ciento cultural generado por las inversiones en obras públicas llevadas a cabo por el Govern, la cifra destinada a patrimonio fue de 21.224.058 millones de pesetas, de los que el 50 por ciento fue a parar a obras hechas por el propio Govern y el resto a inversiones específicas de las distintas islas, reparto acordado por la Junta Iterinsular de Patrimonio Històric. Las mayores inversiones fueron del Estado, que destinó 30 millones al Museo de Mallorca, 50 a Can Salas y 150 a la restauración de Can Comasema, en Eivissa, isla en la que también hubo inversiones para la necrópolis del Puig des Molins.

En lo que se refiere a las inversiones privadas, las colaboraciones fueron de Gesa, Banca March y Sa Nostra que, en total, han invertido unos 13 millones de pesetas. La Conselleria de Cultura ha aportado cuatro y tres millones para los consorcios del Castell de San Carlos y el Museo Militar de Menorca.