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La galería Horrach Moyà inaugura hoy una exposición del escultor Xavier Llull que, bajo el título «Pedres», recoge una cuarentena de obras en mármol y piedra calcárea de Lloseta.

El resultado son mujeres estilizadas, que recuerdan a Giacometti, otras de aspecto de Virgen, y también homenajes a la maternidad. «Realizo muchas esculturas de mujeres porque creo que el siglo XXI será el de la mujer», explicó. El cuerpo femenino que crea no tiene rostro. «He intentado que las piezas tengan expresión sin tener facciones», dice. Es por esto que acentúa la cintura, los senos, las caderas, que las estiliza hasta deformarlas. Estas figuras contrastan con los retratos de hombres, bustos que «están inspirados en expresiones de personas que me rodean o que veo por televisión», dice. Son piezas que recuerdan las piedras de la isla de Pascua. «Es evidente que tengan estas reminiscencias. No me puedo abstraer del arte oceánico ni del africano ya que tengo una gran colección de este último», afirma. La muestra se completa con una serie de manos y cabezas de cordero que retrotraen a la cultura talayótica.