Joan Manuel Serrat, a su llegada a Palma para presentar los dos conciertos. Foto: PERE BOTA.

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Joan Manel Serrat presenta en Palma su último disco «Cansiones», un trabajo que el propio autor define como «un homenaje a mí mismo», porque en él recopila una serie de canciones populares sudamericanas que le han acompañado durante toda su vida y «que me han alimentado y de las que he aprendido mucho», como explica. Ahora, se ha decidido a grabar junto a Tarrés, el alter ego del cantautor, 13 de estas canciones.

Los conciertos, con los que el músico iniciará una gira que le llevará por toda España hasta el mes de junio, serán hoy y mañana, a las 22.00 horas, en el Auditòrium de Palma. Tal y como explicó ayer el intérprete y compositor, «el espectáculo está formado por dos partes. En la primera interpretaré las canciones del disco y, en la segunda, temas de siempre como «Temps era temps», «Helana» o «Pantalons llargs». Serrat se ha tomado «Cansiones» como un juego. «Es un trabajo lúdico que he preferido compartir con mi otro yo, una persona que me ha acompañado durante toda mi vida. En él he recopilado toda una serie de canciones que he cantado durante años entre amigos, que siempre han ido conmigo», afirma.

Y cuando se le pregunta por el papel que Tarrés que jugado en este disco, Serrat asegura que «me ha permitido llegar a una serie de lugares a los cuáles no hubiera llegado sin él». Pese a ello, piensa que no habrá más trabajos juntos. «Serrat está un poco cansado de Tarrés. No creo que hagan nada más juntos, porque hasta ahora nunca había mostrado su deseo de manifestarse y espero que, a partir de ahora, continúe así».

Serrat no quiso eludir los temas de actualidad. Uno de ellos fue la nueva Ley de Extranjería. «Nunca he sido partidaria de ella. Nos olvidamos que el nuestro es un pueblo de emigrantes que han salido a Alemania, a Sudamérica, pero también dentro del mismo país. Nosotros fuimos ha Sudamérica exiliados por causas políticas o por hambre y allí fuimos muy bien tratados. Fuimos exiliados y encontramos un lugar. Es necesario que la ciudadanía reclame su derecho a vivir donde quiera».