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El director del Instituto Internacional del Mediterráneo y ex crítico teatral, José Monleón, dijo ayer en Palma que «Balears, a través de la Conselleria de Cultura, participará en varios programas de nuestra institución, entre ellos el denominado 'Odisea 2001', un proyecto en el que distintos escritores, músicos, compañías de danza y teatro ribereños se reunirán en un barco "de nacionalidad rumana" para potenciar el intercambio cultural entre distintos países».

«Odisea 2001» comenzará el próximo verano en el puerto de Marsella y ya se está perfilando un principio de acuerdo con la Direcció General de Cultura para que el buque cultural recale en Palma. El próximo lunes se concretará, en una reunión, la participación de Balears en otros seis o siete programas culturales impulsados por esta asociación. Ello permitirá, desde el Instituto Internacional de Teatro del Mediterráneo, que Mallorca pueda participar en cursos de formación teatral, proyectos teatrales de conocimiento y acercamiento al mundo magrebí, conciertos de cantos populares, entre otros.

Monleón, con su característica lucidez, aseguró ayer que «es preciso que se realice hoy en día un teatro que haga preguntas. Creo que en Balears hace falta la creación de un movimiento autoral, que salgan dramaturgos que hablen de problemas que importan, que estén candentes, como el de la inmigración, el racismo, la intolerancia o la violencia. Sólo así la gente se interesará más por el teatro».

El experto, que ha dirigido los festivales de Teatro Clásico de Mérida y de Teatro Medieval de Elche, cree que «hoy en día se representan muchas obras de 'entretenimiento', algo que yo no veo mal, pero ha perdido fuerza lo que yo calificaría como 'teatro de la otra caja', el que realmente hace pensar, reflexionar y plantear los interrogantes de nuestra vida. Algo que ya hicieron Ibsen, Sartre, Brecht, Miller o Camus con maestría».

Monleón cree que «el teatre actual no activa el imaginario, actualmente se da todo mascado, se plantea un interrogante y a continuación se da la solución, sin más». El crítico abogó por una reactivación del teatro mediante la creación de salas alternativas.