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El maestro vidriero Pere Cánovas instaló ayer el primero de los vitrales que adornarán la linterna en la cúpula de la iglesia de Sineu, que se está restaurando y que, como ya publicó Ultima Hora , será declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por el Consell Insular, y en la que ya ha finalizado otros 10 en la nave principal.

Cánovas, que tiene obra en 170 iglesias de Cataluña, una veintena en Mallorca, sin incluir sus trabajos en la Seu (15 ventanales), y en iglesias de Estados Unidos y Latinoamérica, también será el autor de las vidrieras de la iglesia de Calvià, donde se está colocando el primero de una serie de 12 ventanales que estarán dedicados a la vida de San Juan Bautista.

Cánovas comienza esta nueva etapa de Sineu con mucha «ilusión» porque «llevo ocho o diez años trabajando sobre las diez vidrieras de la nave, dedicadas a María y Jesús, y los seis de la linterna, seis ventanales en la cúpula dedicados a una gloria de ángeles». Ayer se colocó el que está dedicado a los arcángeles Gabriel y Rafael. Estas vidrieras medirán 2 x 5 metros.

El artista, que colaboró en la restauración de los vitrales de Gaudí en la Seu de Mallorca y en la policromía de 12 ventanales de la Cripta de Gaudí, en la Colonia Güell, explicó la filosofía con la que ha trabajado en Sineu. «He querido dar el máximo protagonismo al vidrio. La idea era reproducir los temas bíblicos pero que el vidrio de color resaltara sobre el tema. Estilizo la composición y la trato con una violencia característica de mi pintura, conservando siempre el máximo respeto por el tema». Para Cánovas, «esto ha sido una obra madura y de ilusión en la que he trabajado con libertad».