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Rafael Moneo recomendó ayer al Govern que el futuro palacio de congresos se aborde sin «prisas» y con «eficacia» y apuntó que no debería construirse cerca del mar. Moneo hizo esta declaración antes de iniciar la conferencia «El paisaje como argumento. El Kursaal de San Sebastián» dentro del ciclo «Futurisme» que promueve el Ejecutivo. En una declaración que podía calificarse de sorprendente, Moneo apuntó que para este edificio que proyecta el Govern se debería buscar un lugar «que contribuya a mejorar tantos espacios de la ciudad que son tan hermosos y se han quedado desarbolados».

Moneo, que tiene casa en la Isla, demostró un buen conocimiento de Ciutat al apuntar de manera categórica que «Palma no necesita edificios conspicuos», tal vez adelantándose a un posible deseo de los gobernantes de levantar un Guggenheim o un Kursaal. «Palma es una ciudad tan hecha y tan extensa que no necesita edificios brillantes. Su acerbo histórico es mayor que el de Bilbao o San Sebastian» por lo que, insistió, «debe tener otros objetivos» y lo que necesita es «buscar bien el lugar». Para Moneo, que negó cualquier encargo del Govern respecto a este proyecto, el palacio de congresos debe ser construido «con mucho sentido urbano» y no ha de estar «tan mal situado como la universidad».

A lo largo de la conferencia, y también cuando respondió a las preguntas de los periodistas, el arquitecto, autor de la Fundació Pilar i Joan Miró, volvió a insistir en la ubicación: «No olviden la importancia que el lugar tiene». Y recordó que cualquier solar no sirve, aunque resulte barato o accesible. Sus recomendaciones entroncan perfectamente con el objetivo del ciclo, abrir una reflexión sobre cómo los edificios singulares pueden transformar el paisaje urbano e influir en la indentidad ciudadana.