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El pintor y arquitecto Joan Soler Rabassa ha resultado ganador del Premio Pilar Juncosa i Sotheby's de la Fundación Pilar i Joan Miró que se acaba de fallar. Muy en la línea de su trabajo pictórico, en el que sigue la estela conceptual de Piet Mondrian y los constructivistas rusos, Soler Rabassa presentó un proyecto en homenaje al artista que hizo de la línea pura su razón de ser creativa.

Dentro de unos meses, Soler Rabassa materializará este homenaje a Mondrian con una instalación en el Espai Cúbic de la Fundació, que se extenderá también al pasillo de acceso al mismo.

Enlazando con su ultima obra pictórica, que esta semana se expondrá en la feria de arte contemporáneo de Turín, y aprovechando su condición de arquitecto, Soler Rabassa pasa del plano a la tridimensionalidad para adentrarse de nuevo en un discurso, el de Mondrian, que «no considero acabado y me parece interesante continuar», comentó. Investigando sobre Mondrian, Soler Rabassa descubrió que aquel «llegó a las formas de la línea pura partiendo del estudio de la naturaleza, buscando la abstracción, lo absoluto, de los elementos naturales». Los árboles que Mondrian fue geometrizando «me dieron pie para reinterpretarlos y pensar en una obra geométrica como si fuera un paisaje».

Por ello, cuando llegue la hora de exponer el proyecto, Soler Rabassa instalará en la Fundació «un bosque artístico de forma subjetiva». Y lo hará empleando como materiales su propia pintura geométrica; fotografías, entre ellas una de gran formato sobre un cuadro de Mondrian, un enorme árbol, y transparencias que tamizarán la luz. El premio consiste en dos millones de pesetas para realizar la instalación y otros dos para el artista.