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Kandinsky, Giacometti, Francis Bacon o George Braque son algunos de los artistas hoy recordados y reconocidos que compartieron con Joan Miró la difícil época en la que un artista genial luchaba en París por dotarse de un espacio en el panorama del arte internacional. Su relación será recordada a partir del próximo 12 de octubre en la Fundació Pilar i Joan Miró con la exposición «El entorno parisino de Miró».

Procedente de los fondos de la colección familiar de los Miró, el conjunto de obras que se expondrán incluye «piezas de pequeño formato pero de elevada calidad», apuntó Aurelio Torrente, director del centro. En su datación abarcan un amplio período de tiempo, desde la más antigua, una pieza de Kandisnky, datada en 1927, hasta la más reciente, un trabajo de Francis Bacon, de 1986, que testimonia «la estrecha relación que mantiene unidos a los dos artistas hasta tan tardía fecha», indicó Torrente.

La exposición, parte central del homenaje que la Fundació rendirá a Pilar Juncosa, esposa de Miró, en su festividad, incluye también ejemplares de Léger, datados a mitad del siglo pasado, así como de Giacometti y Braque. Imprescindibles en el conjunto que se mostrará son la firmas de Julio González y Calder, este último ligado al matrimonio Miró por amistad y representado en la exposición por un dibujo que dedicó de puño y letra a Pilar Juncosa en 1947.

Todos estos artistas fueron compañeros de objetivos, de sensibilidad creativa y de genialidad con los que Miró intimó a lo largo de los años en que residió en la capital francesa, entre los inicios de los veinte y de los cuarenta del pasado siglo, forjando una relación que se mantiene a pesar del retorno definitivo del pintor catalán a Barcelona y su posterior traslado, años después, a Mallorca, donde pasó el resto de su vida hasta su muerte.