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ÓSCAR DELGADO El prestigioso coreógrafo francés Roland Petit continúa fijándose en jóvenes valores españoles. Para el espectáculo que prepara en París dedicado a su mujer, Zizi JeanMarie, ha seleccionado a través de su hombre de confianza, Giuliano Peparini, a un mallorquín de 23 años de la escuela de danza San Jaime. Se trata de Carlos Miró, quien se encuentra muy ilusionado ante el reto que se le ha presentado.

No ha existido proceso de selección como tal. «Giuliano Peparini me conocía de París, donde suelo acudir a clases de jazz. El nuevo espectáculo de Roland Petit requiere además un buen físico y una buena cara, y Giuliano consideró que yo reúno esas características», explicó el propio bailarín.

Carlos Miró comenzó a tomarse en serio la danza hace cuatro años. Tenía un amigo bailarín de moderno que le invitó a acompañarle un día a la escuela para actuar con dos chicas. Desde entonces, el joven no ha dejado los ensayos. Y es que, según apunta Miró, «lo importante es ensayar, darte caña en las clases. En esto sí que creo, en el sacrificio, porque es de aquí de donde se logran los cuerpos y las metas, no con las denominadas dietas especiales».

Admira al American Theatre Ballet de Nueva York y al Ballet de la Ópera París, donde, según su opinión, actúan los mejores bailarines del mundo. Al mismo tiempo, considera a Roland Petit como «un coreógrafo adelantado a su tiempo e innovador».

El espectáculo se inaugurará el día siete de octubre en la Maison de la Dance de Lyon y se trasladará después a la Ópera de La Bastilla de París. Allí, Carlos Miró interpretará las pautas de una obra con la que Roland Petit ha querido homenajear a su mujer. El bailarín confiesa que no conoce el escenario de La Bastilla, y sólo sabe que se encuentra cerca de la escuela de Giuliano Peparini.