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J.L. El clérigo Bartolomé Martorell, predecesor de Alfredo Miralles como párroco de la iglesia de Sant Sebastià de Palma, presidió ayer por la mañana la ceremonia de bendición de un mural que representa la figura de un Pantocrátor y que, a partir de ahora, presidirá el ábside del templo. El mural pictográfico, con unas unas medidas de diez metros de largo por cuatro de alto, ha sido realizado por el artista ruso, Breno Felicio, practicante del culto ortodoxo, por encargo de la parroquia de Sant Sebastià para conmemorar los 2000 años del cristianismo.

Martorell sustituyó en última instancia al obispo de Mallorca, monseñor Teodoro Ubeda, quien, comprometido por otros actos pastorales, disculpó su asistencia a una ceremonia rodeada de un ambiente de olor a incienso, solemnidad y mucha espontaneidad. Y es que se dio el caso de que el actual rector de Sant Sebastià, Alfredo Miralles, trató en todo momento de alternar el sentimiento eucarístico con la simpatía que derrochó al presentar a los fieles congregados, a Rosa Magdalena y Sandra, las dos pequeñas comulgantes que ayer recibieron su primera comunión en esta ceremonia de inauguración del Pantòcrator. Junto a la obra pictográfica de Felicio, Rosa Magdalena y Sandra, fueron las protagonistas de la Eucaristía al mantener una distendida charla con el padre Miralles sobre la significación del sacramento que iban a recibir.