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El número de visitas de la Fundació Pilar y Joan Miró pasó de 83.383 en el año 1998 a 100.510 en 1999, en un incremento del 17'7%. Así lo expone un estudio difundido recientemente por esta importante entidad cultural. Después de siete años de su apertura, se puede afirmar ya sin exagerar que la Fundació es un centro consolidado de referencia cultural, tanto para los ciudadanos como para los visitantes de Palma.

Por otra parte, el presupuesto de este complejo cultural se ha visto incrementado: Éste fue de 230.122.298 pesetas en 1998. Ascendió a 250.199.000 pesetas en 1999 para aumentar hasta los 272.725.000 en el año 2000. Un incremento notable que se ha traducido en un mayor número de actividades y eventos. El director de este centro, Aurelio Torrente, afirma que «La Fundació Pilar i Joan Miró constituye uno de los centros artísticos más notables del Mediterráneo, por la obra realizada por Miró en sus últimos treinta años, los dos talleres donde trabajó frenéticamente esos años -Sert y Son Boter- y el edificio construido por Moneo en 1992» y añade que «el atractivo de la visita a estos tres edificios ha hecho que los visitantes se duplicasen con creces».

Con exposiciones tan interesantes como la de Esteban Vicente, Mercedes Laguens, Miró-Barbarà, Cesar Martínez Silva, Joan Sastre, Nani Ferrer, Vicente Escudero etc... y los numerosos talleres que se han ido realizando sobre procesos de grabado, la Fundació ha conseguido suscitar la atención del visitante y de los propios artistas. Por otra parte, la Fundació inició ayer un taller de incluido dentro de la programación «Els dissabtes jugam amb Miró» con el nombre de «Pintant signes i colors». La actividad consiste en crear un mural entre todos los participantes inscritos. Bajo la dirección del artista Àngel Pascual, los asistentes descubrieron los signos y los colores del genial artista catalán.