Ramon Canet aparece junto a dos de las obras que pertenecen a su etapa «más agresiva y fuerte». Foto: JOAN TORRES.

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Una nueva exposición del ciclo «Trajectòries. Del 1970 al 2000», la tercera, se inaugura hoy en el edificio gótico de sa Llonja. Ramon Canet es el protagonista de esta muestra, que reúne una cincuentena de obras de uno de los principales exponentes de la abstracción en Mallorca. La exposición fue presentada ayer por el pintor, que estuvo acompañado del conseller d'Educació i Cultura, Damià Pons, y Guillem Frontera, autor del texto que aparece en el catálogo.

La muestra, tal y como explicó Ramon Canet, sirve para tener una visión panorámica de 30 años de trabajo creativo. En ella, el pintor ha hecho una inmersión en su prehistoria artística para sacar algunas de las obras de sus orígenes. Así, en sa Llonja se pueden ver dos obras que se incluyen en la figuración. Se trata de ejercicios académicos realizados durante su periodo de formación en Barcelona, cuando apenas tenía 20 años.

La figuración duró poco en la obra de Canet, pues pronto inicia el camino de la abstracción. Una de estas obras, que fueron expuestas por primera vez en 1973 en la galería Ariel, se muestra en la exposición. «Esta ruptura es una consecuencia de mi estancia en Barcelona, donde viví un bombardeo constante de información, donde descubrí una sociedad en efervescencia y donde profundicé en las corrientes artísticas del momento», explicó ayer el autor. De estos orígenes también se pueden contemplar en la muestra algunas obras conceptuales y una serie de cuadros en los que son claras las referencias culturales de Antoni Tàpies o de los miembros del grupo El Paso. Son tanteos e incursiones propios de la formación de un lenguaje.

En los años ochenta, la pintura de Ramon Canet se vuelve más personal. Ha creado un estilo. Aparece con fuerza el color, con un uso monocromo, y se inicia una etapa de abstracción lírica de la que forma parte la serie «6 i 4». «Desde el principio me había interesado por Joan Miró, al que había estudiado mucho, y estas obras son como una penetración "o interpretación" en la obra de este artista», explicó el pintor. La obra de Ramon Canet continúa evolucionando y su pintura entra en una etapa más agresiva, más fuerte. Utiliza colores blancos, negros y azules. Son las obras que se pueden ver en el fondo de sa Llonja. La etapa gestual de Canet acaba lentamente, con una serie de obras que sirven de puente para llegar a la pintura geométrica, su última etapa en la evolución creativa.