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El poeta José Hierro está en Palma para participar en el II Festival de Poesia de la Mediterrània, que mañana se celebra en el Teatre Principal. Su estado de salud no es bueno y su rostro refleja la debilidad física, pese a que en ningún momento pierde su proverbial amabilidad y cordialidad. Poco antes de celebrarse esta entrevista, José Hierro pasó varias horas conectado a una máquina de oxígeno, puesto que sufre una enfermedad pulmonar crónica. «Estoy sometido a la servidumbre del oxígeno impuesto», asegura el escritor.

"Le ha traído a Mallorca el II Festival de Poesia de la Mediterrània. ¿Qué opinión le merecen este tipo de iniciativas?
"El hecho de unir gente de puntos geográficos muy diferentes, aunque sean muy remotos, me parece siempre bien. En especial éste, en que se reunen poetas en diferentes lenguas.

"¿Qué selección ha hecho para recitar?
"No lo sé, porque no la he hecho yo. Me pidieron que seleccionara mis poemas pero dije que no porque no sabía cómo era el conjunto, ni cómo era el espectáculo, ni si eran lecturas individuales. No tenía ni la más remota idea de nada. Los han elegido los organizadores. Además, yo pensaba que la selección era para una antología, no para un recital. Por lo que ves, estaba completamente a ciegas.

"Usted ha dedicado siempre muchos esfuerzos para que la poesía llegue a todo el mundo, especialmente a los más jóvenes. ¿Se incluye su participación en este festival en esta línea?
"Siempre que tengo una oportunidad intento participar en cosas de este tipo. Visito muchos institutos y me he dado cuenta que la poesía gusta a todos aunque no lo sepan. Pasa lo mismo con la música clásica. En los institutos veo que muchos tienen ganas de decir cosas y no saben lo que es la poesía. Pero cuando se la muestra, descubren en ella una especie de hechizo en la palabra, y esto les engancha, les suscita interés. En este aspecto las chicas son más lanzadas, porque muchos chavales piensan que es una cosa de mariquitas. Después ven en mí a un señor viejo, calvo y arrugado que se dedica a la poesía.

"Lo hace porque quiere o porque piensa que es la obligación del poeta.
"La obligación del poeta es hacer poesía buena. En todo lo demás que haga lo que le dé la gana. No le pidamos transformar el mundo, ni que refleje la actualidad...

"En este sentido, para usted la poesía no tiene ninguna función.
"Es como el agua, que la puedes utilizar para hacer cocido, para quitar la sed, para fabricar hielo... El agua es H2O y con esto puedes hacer lo que te dé la gana.

"En su caso, entonces, ¿por qué escribe?
"Por una necesidad de decir aquello que no se puede decir, pese a que parezca una paradoja. Porque la poesía dice más de lo que dice, te sirve para intentar explicar aquello que no se puede decir. La prosa, o el lenguaje conversacional, «dice», y la poesía, además, persuade.