Pepe Roig cumple treinta años

Simplemente, sin hacer ruido, como a él le gusta, empezó Pep Roig, Pepe, sus dibujos en Ultima Hora . Hoy se cumplen treinta años de aquel primer chiste sobre dos beatas que atribuían a un castigo del cielo la presencia de la grúa en las calles de Palma. Fue entonces cuando Pepe se convirtió de lector en leído, cuando cruzó la frontera de la información para ser fiel notario de la actualidad de la calle.

«La codorniz», «Hermano Lobo» o «El Papus» fueron algunas de las fuentes de donde bebió toda la sabiduría que plasma en unos dibujos que han cambiado, evolucionado, a lo largo de estos años. «Nunca he sabido dibujar. Yo, que en mi juventud era un 'gamberrete', para hacer novillos en el bachillerato prefería las clases de dibujo. Odiaba el academicismo que pretendían imprimirnos y el dibujo lineal. Además, me gustaba dibujar submarinos, cosa que no era del agrado del profesor», explica un dibujante que ha creado personajes antológicos.

¿Quién no recuerda a Caperucita Coja, Manchas y Agujeros, el Sorro Gusticiero o el Ingenuo de la lámpara? Pero tal vez el nombre que más perdura en la memoria de los fieles seguidores de Pepe es el del Prínsipe Asul, aquel «bandarra» que encontraba cualquier excusa con tal de no rescatar a la princesa raptada en la torre. «El Prínsipe Asul, aun no siendo bueno como personaje, cayó en gracia.