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María Galiana es la actriz de moda. Tras una larga carrera de pequeños papeles en teatro, cine y televisión, su participación en «Solas», de Benito Zambrano, la ha lanzado a la fama después de obtener el Goya a la mejor interpretación femenina de reparto. A sus 64 años y después de media vida dando clases de Historia del Arte y de España, le ha llegado el momento de la jubilación. Pero no será para dedicarse a no hacer nada. María Galiana está dispuesta a iniciar una nueva vida dedicada al cine. «A partir de septiembre terminaré una carrera e iniciaré otra», aseguró ayer en Calvià, donde ayer inauguró los actos previstos en aquella localidad para conmemorar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

En «Solas», María Galiana interpreta a Rosa, una mujer analfabeta que acude a la ciudad para ayudar a su hija y se encuentra en un mundo en el que no sabe desenvolverse. Para Galiana hay muchas Rosas en el mundo, unas mujeres a las que les diría que «estén en paz consigo mismas». En su opinión, de Rosa han de aprender a «sacar todo el partido a la fea realidad que viven».

Con aspecto de chacha, María Galiana es dicharachera y divertida. Su discurso es inteligente y su presencia desprende una gran sensación de serenidad. Dice no sentirse afectada por el éxito, aunque ya ha tenido algún disgusto: «Me invitaron a un programa de televisión que presenta Jordi González para participar en un debate sobre la educación. Yo esperaba un debate tipo 'La Clave' y me encontré con la sorpresa de que los otros invitados eran Carmina Ordóñez, Manolo Tena y Paz Padilla. ¿Qué hago yo aquí? me preguntaba todo el tiempo. A la televisión no vuelvo si no es para hablar de mi trabajo», explicó con una notable gracia andaluza.