TW
0

ANTONI PLANAS/A.GOMILA
Círculo de Lectores acaba de publicar, simultáneamente en catalán y castellano, el libro «La sonrisa al pie de la escala», de Henry Miller, que está ilustrado por el genial artista Joan Miró. El libro servirá para celebrar el décimo aniversario de Círculo de Lectores y fue presentado ayer en Barcelona en el transcurso de un acto que estuvo presidido por el Conseller de Cultura de la Generalitat, Jordi Vilajoana. El texto de Miller es una pieza atípica en su producción. Su extensión es breve y en ella narra, en tono poético, la vida de un payaso con el que hace una especie de metáfora sobre la condición humana.

Henry Miller escribió este texto en 1948, por encargo del pintor francés Fernand Léger, que lo quería para acompañar una colección de cuarenta ilustraciones suyas sobre payasos y circos. Parece ser que el pintor no quedó muy satisfecho por el texto, por lo que Miller decidió publicarlo por su cuenta en Estados Unidos.

Al escribirlo, el autor se había inspirado en el cuadro «Perro ladrando a la luna» (1926), de Joan Miró. Fue por esto que en 1961 Henry Miller pidió al pintor catalán, con el que le unía una gran amistad, que le ilustrará una edición que se publicó algo más tarde en Alemania en la editorial Ledig-Rowohlt.

Ahora, Círculo de Lectores recupera tanto el texto como las láminas de Joan Miró que sirvieron para la ilustración y que nunca se han publicado en España. Y lo hacen respetando la concepción artística de la edición original, atendiendo a sus singulares características, tanto creativas como técnicas.

Círculo de Lectores consiguió en los archivos de la Fundació Miró de Barcelona un ejemplar de esta edición de «La sonrisa al pie de la escala» para la que Joan Miró, que siempre tuvo en la literatura una de sus fuentes de inspiración, realizó expresamente los nueve dibujos que ahora se ha recuperado. El texto de Henry Miller es de una gran calidad literaria, pese a que es muy poco conocido en nuestro país. El mismo autor, hablando con el editor francés Christian de Bartillat, aseguró: «Cinco o seis años después volví a leer el libro y me dije: ¡Dios mío! no sabía que había escrito esto... Y es muy bueno».