TW
0
TONI LIMONGI Josep Francesc Conrado de Villalonga inauguró ayer el nuevo curso de la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià con el discurso «Ética, estética y actualidad». Según el académico y también delegado general de la Caixa en las Illes Balears, «la ética puede ser más antigua que la estética, aunque ambos conceptos han ido paradojalmente unidos a lo largo de la historia».

Al acto de apertura del curso 1999-2000 asistieron, entre otras personalidades, el presidente del Parlamento Maximilià Morales, la presidenta del Consell Insular, Maria Antonia Munar; la regidora de Cultura del Ajuntament de Palma, Carme Feliu y el obispo Teodoro Úbeda. La velada estuvo dirigida por el presidente de la asociación, Antoni García Ruiz.

Conrado de Villalonga expuso en su parlamento algunos de los puntos negros que afectan a la conservación del patrimonio mallorquín: «se trata de ver como la consciencia estética ha menguado hasta hacerse casi inexistente en el panorama urbanístico de nuestras islas, que han sufrido un desarrollo frenético desde la instalación masiva de la industria turística». El académico no vaciló en decir que «las torres monstruosas de Magalluf o la grosera masificación constructora del antaño idílico Port d'Andratx se erigen en símbolo de aquello que no tiene que ser, la negación de la estética en el sentido más superlativo de la actuación urbanística».