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TONI LIMONGI El inmueble que alberga el conocido cine Palacio Avenida ha sido vendido a una multinacional, posiblemente del ramo téxtil, según avanzó ayer uno de los propietarios, Pau Tarongí. «Esto no significa que el cine, alquilado al empresario Salas, desaparezca. La multinacional ha adquirido el edificio, pero no sabemos aún lo que piensa hacer con él», dijo Tarongí.

Rafel Salas, propietario de varios cines de Palma, dijo ayer que «para que dejemos de explotar la sala se nos tiene que avisar con dos meses de antelación. Se nos ha puesto al corriente de la venta, pero no sabemos aún las intenciones del nuevo propietario al respecto».

Este edificio emblemático edificio fue construído por Gabriel Tarongí Pomar en 1942. Desde ese mismo año ya albergó el céntrico cine, que fue gestionado por la propia familia hasta los años 80, momento en que se alquiló el cine a Salas. Pau Tarongí, nieto del primer propietario del edificio, recuerda: «cuando se construyó fue el edificio más alto de Palma. En su tejado se realizaron las pruebas para poner en marcha la primera transmisión en Baleares de RTVE».

El edificio también cuenta con numerosos inquilinos que habitan en él. La familia Tarongí ha recibido el compromiso de la multinacional de que «no sacarán a nadie de sus viviendas. También cabe precisar que la mitad de los pisos están actualmente vacíos».

El cine Avenida ha funcionado de manera óptima durante los años que lleva abierto. «La sala proyecta, ante todo, películas comerciales, de acción o de humor. Las de Van Damme siempre han ido muy bien», aseguró Salas. El cine acaba de estrenar la segunda parte de la película de Robert Rodríguez, «Abierto hasta el amanecer». Ningún signo visible parece indicar el fin de esta carismática sala de proyecciones.