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TONI LIMONGI «Alguna vez leo a mi padre. Descubro cosas que no conocía, es fácil que tropiece con su poesía, que ya desde niño aprendí a conocer su obra», señaló ayer Claudio Guillén, catedrático en Literatura Comparada en Harvard y vástago del conocido poeta de la Generación del 27, Jorge Guillén.

Este estudioso de la literatura, doctorado en la prestigiosa universidad norteamericana y actualmente profesor Emérito en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, participó ayer en la última jornada del ciclo que la Universitat d'Estiu de Cooperación Internacional organiza en torno al escritor argentino Jorge Luis Borges.

«Se habló mucho de la bendita Generación del 27, de la que francamente estoy muy cansado. La verdad es que se ha abusado un poco de estos poetas, a nivel de marketing y académicamente. Congelamos a estos poetas, como si fuese un deber conocerlos y los hicimos oficiales. Luis Cernuda sigue interesando mucho. La obra de mi padre creo que ahora interesa menos», apuntó en un tono cínico el profesor.

Actualmente, Claudio Guillén está ayudando a preparar una antología de prosa sobre su padre, que correrá a cargo del catedrático de la Universitat de les Illes Balears, Francisco Díaz de Castro. «Alguna vez me toca que se publique un libro sobre mi padre. Ayudo a reunir los textos, algún poema», señaló. Este volumen, titulado «Jorge Guillén, obra en prosa» saldrá al mercado el próximo octubre.

El fundador y presidente de la Sociedad Española de Literatura General y Comparada y director de la publicación «Clásicos Alfaguara» afirmó que la «poesía no es como un fondo de inversión en bolsa. Hay algo más. La poesía de mi padre resulta difícil para algunos. Ahora no se lleva disfrutar del mundo, disfrutar de la vida con curiosidad».