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«Cinamón» es el título de un libro de artista que, en 1991, unió a dos creadores muy diferentes con obras completamente dispares. Se trata del pintor mallorquín Rafa Forteza y del recientemente fallecido Joan Brossa, escritor y artista plástico surrealista a quien la Setmana del Llibre, que finaliza hoy en s'Escorxador, rindió el pasado jueves un pequeño homenaje. Ahora, esta pieza se exhibe en el Museu del Cinema de Girona dentro de la muestra «A de cinema», un evento que recuerda la relación del polifacético creador catalán con el séptimo arte.

La inauguración de la exposición, el pasado mes, sirvió también para que la viuda de Brossa, Pepa Llopis, donara al museo esta pieza de bibliófilo, cumpliendo así la voluntad del artista. La obra recibió, también en 1991, el Premio de Bibliofilia en la ciudad alemana de Leipzig.

El volumen resulta muy peculiar, ya que su contenido va dentro de una caja metálica como las que se utilizan para guardar las películas y se puede manipular y desmontar, por lo que Forteza dice: «Es como si fuera un objeto escultórico». Su interior alberga nueve poemas de Brossa, escritos sobre fondo negro, y seis aguafuertes del pintor mallorquín, todos ellos en torno al cine, además de rollos de película. «Por ahora es mi único libro de artista ya que, con Brossa, teníamos otro proyecto en marcha que no se pudo finalizar debido a su muerte. Fue él quien se interesó por esta colaboración, ya que le gustaba mi trabajo. Fue editado por Tristán Barbará».