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EFE - SALAMANCA El escritor y académico Gonzalo Torrente Ballester, uno de los novelistas españoles más importantes e imaginativos del siglo XX, falleció ayer en Salamanca a los 88 años a consecuencia de un parada cardíaca. La capilla ardiente quedó instalada en el domicilio familiar, donde le sobrevino la muerte mientras dormía.

Está previsto que hoy se celebre un funeral por su memoria en la parroquia de San Juan de Sahagún de la ciudad, cuyo Ayuntamiento le rendirá homenaje antes de que partan sus restos hacia El Ferrol (La Coruña), donde serán enterrados mañana. El autor de «La saga/fuga de J.B» y «Los gozos y las sombras», entre otras muchas obras, nació en una aldea próxima a esta localidad gallega en junio de 1910, y su fallecimiento ha provocado reacciones de pesar en los ámbitos de la cultura y el saber, en los que se ha destacado su figura de «novelista eminente». De carácter independiente y solitario, y dotado de un fino sentido del humor, compartió la enseñanza y la creación literaria.

En el último año su estado de salud se fue deteriorando. En julio fue ingresado de urgencia en Vigo, debido a una insuficiencia cardiaca, y un mes más tarde volvió a ser hospitalizado. Tras ser dado de alta en septiembre, regresó a su casa y siguió trabajando, como lo demuestra el que ha dejado una novela a medias, según uno de sus hijos. En sus últimos días llevaba una vida con los suyos y seleccionaba algunos libros para que le fueran leídos.

Dolor unánime por la muerte «del señor de las palabras»
La muerte de Gonzalo Torrente Ballester, considerado por todos como una de las figuras más importantes de la novelística del siglo XX, conmocionó al mundo de las letras españolas. Las reacciones de dolor no se hicieron esperar tras conocer la noticia. Los Reyes enviaron un telegrama a su viuda en el que expresaron su sentido pésame y le recuerdan por su extensa y brillante aportación a la literatura. Igualmente, José María Aznar remitió un telegrama de condolencia al domicilio salmantino del autor. El director de la Real Academia, Víctor García de la Concha, quien en alguna ocasión definió a Torrente como «El señor de las palabras» afirmó que su muerte deja a la cultura española sin un «protagonista de verdadera excepción». También Miguel Delibes está consternado por la muerte de su «amigo», según informó la hija del autor vallisoletano. Una «pena horrible» invade a Carmen Martín Gaite, que siempre tuvo «un enorme afecto» por Torrente Ballester, con quien mantenía una estrecha relación.