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«Hubo un Borges mallorquín que se consustanció con su sociedad de forma total. Su estancia en la Isla durante dos visitas entre 1919 y 1921 le inspiró el poema 'Mallorca', sinónimo de felicidad». Este es uno de los aspectos que tratará hoy Carlos Meneses durante la conferencia «Borges en Mallorca» en el Centre de Cultura «Sa Nostra», dentro del ciclo «Homenatge a Borges en el seu centenari» que se celebra entre los días 19 de enero y 23 de febrero.

En Valldemossa, población que visitaba durante aquellos años desde su residencia, fijada en el desaparecido hotel Continental de Palma, entabló amistad con Jacobo Sureda. De aquella relación y de la que mantuvo con Adriano del Valle dan fé sus cartas que se suceden hasta 1926. La defensa del ultraísmo fue uno de los temas debatidos en la célebre tertulia que se reunía en el lupanar de Ca n´Helena. Inquietud intelectual y bohemia que simultaneó con un sentimiento amoroso secreto hacia Elvira Sureda, hermana de su anfitrión.

La llegada de Jorge Luis Borges con cinco familiares a Europa se produce en 1914, poco antes de estallar la Gran Guerra. Permanece en Suiza hasta el final de la contienda en que, desde Barcelona llega en barco a Mallorca. Tambien visita Eivissa, Valencia y Sevilla, donde inicia sus publicaciones, y Madrid. En 1923 se produce un cambio ideológico en su personalidad literaria, impulsado por la revolución bolchevique.