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ANDREU GOMILA El pintor mallorquín Tomeu Estelrich inauguró en el Espai Mallorca de Barcelona una muestra pictórica con catorce obras de última creación que recrean su particular visión de la ciudad y sus paredes. Es la tercera vez que Estelrich expone en Catalunya, siendo esta la muestra más importante que realiza. La obra permanecerá expuesta hasta el 15 de enero.

BARCELONA

Los colores tierra, azules ultramarinos y blancos decoran los lienzos profusamente pintados en interminables capas por Estelrich. Un pintor que el poeta Blai Bonet definió como el que «trabaja en un taller geográfico, espacial, que va desde el puig Gros hasta el cabo de ses Salines, tan griego como el cabo de Sunion, tan bien catalanizado por Carles Riba, tiene, en sus trabajos, una poética, una ley casera sobre la poesía y sobre las cosas en la poesía del mundo palpitante». Y el artista asegura que sus cuadros se pueden tocar y que se inspira en las cosas con historia «para devolverles la vida y rescatarlas».

Estelrich afirma que la ciudad y la arquitectura general urbana, es decir, sus paredes, son la tarjeta de identidad de sus creaciones: «Intento representar paredes pintadas mil veces, que caen».