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Bonet de Sant Pedro vivió, en la noche del pasado lunes al martes, su noche más larga, aunque quizá no su noche más auténtica, pues si existen homenajes más merecidos que tributados, éste hubiera merecido aún más. No emoción, que la hubo a raudales empañando el rostro del homenajeado a lo largo de algo más de tres horas y media que duró el acto, sino sinceridad y acompañamiento; pues si la ausencia de Tete Montoliu, Guillem d'Efak o Juanito Coll, lamentablemente eran justificadas, la de Serrat, Pedro Iturralde o Jaime Márquez, que protagonizaban también el vídeo que ocupó los minutos iniciales del acto, podía ser menos entendidas. Pero no obstante allí estuvieron esa larga lista de compañeros en el tiempo, y algunos de ellos en el espacio también, que acompañaron a ese pintor, gran músico y entrañable ser humano.

Así, poco después de la una de la madrugada, y tras el correspondiente agradecimiento institucional de Juan García Orell, Presidente de Amigos del Arte y entidad organizadora del acto, Bonet subiría al escenario para recibir esos recuerdos de manos de Xavier Cubero, Maria Antonia Munar, presidenta del Consell Insular de Mallorca que recordó el escaso reconocimiento de nuestro pueblo por nuestro artistas.

El alcalde de Palma, Joan Fageda, que aprovechó para recordar la Medalla de Oro entregada por el Ajuntament el pasado año. Y el president Jaume Matas, que centró el énfasis de sus palabras en la respuesta masiva del pueblo de Mallorca que supo abarrotar la sala Magna del Auditòrium frente a esta iniciativa.

Al final Bonet se despidió como mejor le sale y sabe, cantando junto a su gran amigo y admirador Jaume Sureda y Toni Nadal. Bonet se lo mereció, pero también merecía mucho más.