Según ha informado el instituto armado, los agentes de la Guardia Civil, pertenecientes a la UDAIFF de la Sección de Fiscal y de Fronteras del aeropuerto de Bilbao, realizan habitualmente puntos de identificaciones e inspecciones fiscales a pasajeros y equipajes en la sala de llegadas de la terminal.
A mediados de abril, en uno de estos puntos, identificaron a una persona procedente de un vuelo de Santiago de Compostela y descubrieron que tenía en vigor un señalamiento emitido por un Juzgado de Madrid.
Los guardias civiles, además de identificarle, inspeccionaron su equipaje facturado a través del escáner de rayos X, y observaron que portaba numerosos frascos de cristal. Al proceder a su apertura, descubrieron en su interior un total de 37 perfumes.
Tras serle solicitada alguna factura que pudiera acreditar la legitima procedencia de las fragancias, el pasajero respondió que los había adquirido en Tenerife, ya que inicialmente procedía de esa isla, pero sin mostrar ningún documento que acreditara dicha compra.
Debido a los antecedentes de esta persona, los investigadores se pusieron en contacto con sus homólogos de la Guardia Civil de ambos aeropuertos, el de Santiago, donde había hecho escala, y el de Tenerife - Sur, con el fin de confirmar si en algún establecimiento comercial radicado en ambas terminales, pudieran haber sufrido alguna sustracción de perfumes.
Los guardias civiles del aeropuerto de Tenerife-Sur confirmaron que un local de ese aeropuerto, al realizar un inventario de sus existencias, había descubierto que faltaban 37 perfumes coincidentes con los hallados en el equipaje facturado de esta persona.
Ante tales hechos, el viajero fue detenido por un delito de hurto por la sustracción de 37 perfumes valorados en 4.720 euros. Las fragancias han sido entregadas a su legítimo propietario, el local comercial del aeropuerto de Tenerife-Sur.
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