Archivo - Imagen de archivo de un autobús de la EMT València circulando por el carril bus en el centro de la ciudad. | Europa Press - EUROPA PRESS - Archivo

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La Policía Local de València y la Empresa Municipal de Transportes (EMT) intensificarán los controles sobre los vehículos privados que circulen o aparquen en el carril bus. Esta acción arrancará con una campaña de vigilancia que será informativa durante la primera semana y que seguirá con una fase ejecutiva que contempla sanciones de hasta 300 euros, según ha informado el ayuntamiento de la capital valenciana en un comunicado.

Así, agentes de la Policía Local y personal de inspección de la EMT se desplegarán por la ciudad, principalmente por los puntos con la ocupación más frecuente en el carril bici, a partir del próximo lunes, 22 de abril.

Ese día comenzará la campaña, coordinada por la Policía Local y la EMT, para sensibilizar a la ciudadanía sobre los perjuicios que provoca para el transporte público la ocupación no autorizada del carril bus-taxi, entre ellos retenciones, colapsos circulatorios, pérdidas de frecuencia y accidentes, ha precisado el consistorio.

La primera fase de la campaña de control y vigilancia de los carriles reservados a los autobuses de EMT y los taxis se prolongará durante la primera semana y será informativa, con avisos, información de la normativa vigente y recomendaciones a las personas usuarias de vehículos privados que recurren con frecuencia al carril bus y dificultan su fluidez.

Tras ese periodo, la campaña contempla una segunda fase ejecutiva con las sanciones que marca el actual ordenamiento y que pueden llegar hasta los 300 euros. La invasión frecuente del carril bus-taxi «va claramente en contra de las dinámicas de un buen servicio de transporte público en la ciudad, ya sea con aparcamientos mínimos o prolongados, o con la circulación frecuente de los vehículos privados que, obviamente, tampoco está permitida», ha afirmado el concejal de Seguridad, Movilidad y presidente de la EMT, Jesús Carbonell.

«Tal y como establece la Ordenanza de Movilidad, el transporte público colectivo de personas viajeras es el elemento central de la movilidad urbana. Por ello, el Ayuntamiento de València, en una muestra más de nuestro decidido apoyo a la movilidad pública, pone en marcha esta campaña, plenamente convencidos de que redundará en beneficio de todos», ha añadido Carbonell.

El concejal ha asegurado que se debe «tener muy presente que el uso del transporte público y su fomento reducen notablemente la utilización del vehículo privado y ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas y a preservar el medio ambiente en la ciudad».

Jesús Carbonell se ha mostrado convencido «de que la primera fase de esta campaña, didáctica y formativa, con agentes de la Policía Local y personal de inspección de EMT alertando sobre los perjuicios y riesgos considerables de la ocupación no autorizada del carril bus, ya redundará en buenos frutos».

El titular de Movilidad y Seguridad ha mantenido diversas reuniones a lo largo de esta semana con responsables de la Policía Local y de la EMT para abordar esta iniciativa.

Tanto la Policía Local como la Empresa Municipal de Transportes diseñan ya los equipos de trabajo que a partir del 22 de abril iniciarán la campaña de control y vigilancia de los carriles reservados a autobuses municipales y taxis.

Análisis previo

Ambas partes han realizado un análisis previo de las zonas de la ciudad con mayor frecuencia de ocupación no autorizada del carril bus, donde incluso se ha cronificado su uso en determinados tramos horarios, ha resaltado el Ayuntamiento.

En estos puntos, ha añadido, se desplegarán con mayor asiduidad agentes de la Policía Local y personal de inspección de EMT, aunque la campaña abarca la red de carriles de toda la ciudad.

La idea de esta acción surge, en el seno de la compañía pública, a raíz de las reuniones mantenidas con las centrales sindicales de esta entidad, desde las que se ha solicitado reiteradamente que se acabe con la ocupación no permitida de los carriles bus, ha manifestado el consistorio.

Los sindicatos han apuntado que esta práctica, además de perjudicar al transporte público, «incide directamente y de manera negativa en el desarrollo diario de la labor del personal de conducción de la compañía municipal, que reclama campañas de control y sensibilización como la que ahora va a ponerse en marcha».