El candidato de EH Bildu a Lehendakari, Pello Otxandiano. | Europa Press - EUROPA PRESS

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EH Bildu defiende poner en marcha un fondo soberano para la inversión estratégica, que podría arrancar inicialmente con una cifra aproximada de más de 1.000 millones de euros, para dotar a Euskadi del músculo financiero que impulse una política industrial «activa», en la que sea clave el liderazgo público frente a la actual estrategia «autocomplaciente» del Gobierno vasco, que puede llevar al «declive» a Euskadi.

El candidato a lehendakari de EH Bildu, Pello Otxandiano, ha presentado en Bilbao la propuesta sobre política industrial de la coalición soberanista, que apuesta por «pasar de un modelo de desarrollo anticuado a una política económica del siglo XXI».

Otxandiano ha asegurado que la situación de la economía vasca «no es catastrófica ni mucho menos» pero, «si no hay una reacción a escala en el plazo de una generación, se corre el riesgo de »entrar en una fase de declive".

En este sentido, EH Bildu plantea un serie de propuestas para una política industrial «proactiva» en cuatro áreas. Por una parte, defiende una modelo de gobernanza sobre una arquitectura que descanse sobre instrumentos como un Centro de Prospectiva Económica, un Instituto para el Emprendimiento público, un Observatorio de Política Industrial independiente, un Consejo Asesor para el Diseño de Política Industrial y un sistema de gobernanza multiescalar.

Junto a ello, se plantea un Fondo Soberano para la Inversión Estratégica que debe tener una dotación «significamente superior» a las movilizadas hasta la fecha para enraizar empresas vascas y canalizar la participación pública en el capital de empresas vascas estratégicas.

Otxandiano ha indicado, en una estimación inicial aproximada, que ese fondo podría arrancar de entrada con alrededor de 1.300 millones. La fuente de estos recursos serían las fundaciones bancarias, el Instituto Vasco de Finanzas, el Fondo Finkatuz y las EPSV, a través de destinar aproximadamente un 5% de los ahorros para inversión productiva. No obstante, cree que esos fondos se podrían multiplicar a través de sinergias con otros instrumentos financieros europeos.

EH Bildu defiende también un marco vasco de relaciones laborales y aboga por definir en la «escala vasca» un Estatuto de los Trabajadores y abordar el debate sobre la disminución de la jornada laboral. También plantea una nueva cultura en la empresa con la participación de los trabajadores en la gestión, el reparto de beneficios e incluso en la propiedad de la empresa. Para ello, aboga por propuestas de modificación de normativa fiscal, impulsos legales y financieros.

En relación con las EPSV, defiende la constitución de una EPSV pública y ha recordado que las ideas originarias de esas entidades eran dotarse de «un sistema propio de pensiones», lo que requería de un «desarrollo estratégico de las EPSV» pero «no se ha hecho nada de eso».

A su juicio, sería una herramienta «potente» y puede jugar «un rol importante en este país» y dar forma a algo que se pueda considerar como «el embrión de un sistema de Seguridad Social propio, un sistema de pensiones propio».

Asimismo, se plantean propuestas para mejorar el posicionamiento de las medianas y grandes empresas de menos de 100 trabajadores y también para las que superan esa plantilla. Entre sus propuestas, también está fomentar la fusión o adquisición de empresas e impulsar programas ante las debilidades de pymes.

Análisis riguroso

A su juicio, hay que hacer un análisis riguroso económico e industrial frente al «relato autocomplaciente y las lecturas superficiales» que realiza el Gobierno vasco. Sin embargo, Otxandiano ha asegurado que existen «tendencias preocupantes» en Euskadi porque no ha habido por parte del Gobierno vasco una política industrial «proactiva» y ha optado porque el «mercado se autorregule».

En el ámbito energético, cree que ha habido «un impulso público equivocado», seguramente «muy condicionado por la presencia y la capacidad de influencia de determinadas corporaciones», en este caso Petronor, y de figuras como «Josu Jon Imaz -CEO de Repsol- que tiene gran capacidad de influencia en las políticas públicas del gobierno vasco, en este caso en el sector energético».

Otxandiano, que ha aludido al hecho de que se cuente en Euskadi todavía con un plan territorial sectorial de las energías renovables, ha asegurado que esa descarbonización y la propuesta de EH Bildu «pasa por electrificar todo lo que sea electrificable».

En este sentido, ha criticado que el PNV esté planteando «un discurso retardista», que está «claramente condicionado» por la postura de Petronor y de Josu Jon Imaz.

Otxandiano ha destacado que Petronor tiene que «reconvertir» su modelo de negocio« centrado en el sector fósil y entiende que ello conlleva »dificultades« pero »lo que no puede hacer es dictar las políticas energéticas y tratar de influir en las políticas públicas".

EH Bildu también aprecia esa falta de impulso público en el sector financiero y cree que no se han utilizado los instrumentos que existen para dotar a Euskadi de «músculo financiero para hacer una política industrial activa». En este sentido, sobre Kutxabank, considera que no tiene una visión de país «suficiente» cuando «tiene posibilidades de jugar un rol mucho más importante».