La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) firman en el BEC de Barakaldo la Carta Española de Energía Eólica | HUMBERTO BILBAO EUROPA PRESS

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El Ministerio para la Transición Ecológica y la Asociación Empresarial Eólica (AEE) han suscrito la «Wind Charter español» (Carta Española de la Energía eólica), una declaración de intenciones conjunta por la industria eólica española, en la que se comprometen a reforzar la capacidad de fabricación del sector y avanzar en la incorporación de criterios en las subastas de eólica «más allá del puro precio». También se apuesta por avanzar en la visibilidad de la demanda y se defiende la electrificación.

Esta declaración ha sido suscrita en el marco del WindEurope 2024 que se celebra, desde este miércoles y hasta el viernes, en el BEC de Baracaldo, y que constituye la principal cita del sector eólico europeo.

Al evento ha acudido la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que, junto al presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), que aglutina a 350 empresas, Juan Diego Díaz, han firmado esta declaración conjunta, después de que el pasado 19 de diciembre España, junto con otros 25 Estados Miembros y el sector eólico europeo, suscribieran el «European Wind Charter».

En el acto de firma, la ministra Teresa Ribera ha subrayado que la Carta española es «mejor» que la europea y se ha felicitado porque «hoy se da un paso capital».

Ribera ha recordado que, desde el inicio, el Gobierno central ha hecho de la agenda verde «el gran vector transformador» de la economía y de generación de progreso social.

La ministra ha señalado que el aspecto relativo a la energía «era determinante» y la manera en la que se produce y consume «importa mucho». Según ha señalado, desde 2018 se han producido «cambios importantísimos» en el sistema energético.

Ribera ha añadido que las energías renovables son «un instrumento para la paz» porque «reducen tensiones geopolíticas »siempre y cuando seamos capaces de dotarnos de esas energías renovables sobre la base de elementos, herramientas, materias primas que no generen tensión donde se obtienen o en la manera en la que se obtienen".

Según ha apuntado, permite reducir de forma importante los costes relativos al acceso a la energía y ha añadido que las renovables forman parte del «ADN» de España, que hace «muchos años ya entendió que en ese ámbito tenía mucho que hacer y que aportar».

En este sentido, ha destacado la importancia de esta Carta española porque hay elementos que deben «aparecer reflejados» como la manera en la que se hacen las convocatorias y subastas y ha señalado que se está ante un sector que requiere «estabilidad» para «seguir manteniendo la apuesta por la innovación y la mejora constante».

Teresa Ribera ha afirmado que «no basta» con que desde las administraciones se trabaje en ese permitting, con diseñar las subastas de otra manera pensando «en calidad», ni con asegurar una «regulación adecuada para integrar en el sistema toda esa potencia instalada que genera cada vez un volumen más importante de la electricidad consumida».

«Queremos hacer todo eso, pero hay otras muchas maneras de producir y vender electricidad, hay otras muchas maneras de relacionarse con otros grandes consumidores, hay muchas maneras de tomar decisiones con respecto a la forma en la que se despliega esa capacidad eólica en nuestro país», ha agregado.

A su juicio, con la firma de esta Carta se expresa el compromiso de las administraciones para apoyar la mejora «constante» del sector y también el propio sector se «autoimpone compromisos».

Por su parte, el presidente de la AEE, ha destacado que para la industria española esta Carta «marca un hito y un antes y un después» y ha subrayado, sobre todo, que se da a la industria eólica «una visibilidad en las previsiones», de tal forma que «se tenga claridad» en el establecimiento de las subastas. No obstante, ha apuntado que las subastas van a ser «una pequeña parte del total» y estima que menos de un tercio de los proyectos que se tienen que construir a 2030 estarán sujetos a mecanismos de subasta.

Además, ha destacado que la Carta establece, de una manera muy clara, la posición que tiene que mantener la industria eólica, «garantizando una autonomía estratégica dentro de España y señalando que la eólica es una de las tecnologías claves».

Juan Diego Díaz cree que es «una oportunidad, desde luego, para el desarrollo de la economía española» y para el establecimiento de una serie de infraestructuras críticas y, en este sentido, ha puesto en valor la capacidad de creación de empleo cualificado de la energía eólica. Asimismo, ha señalado que es clave la electrificación, porque, sin ella, «no servirá de nada todo el desarrollo que se haga».

TEXTO DE LA DECLARACIÓN

En la declaración, se recogen una serie de línea de actuaciones y, en primer lugar, se apunta la visibilidad de la demanda, para una trayectoria trayectoria compatible con los objetivos 2030. En este sentido, se recoge avanzar hacia la trasposición de la Directiva revisada de Energías Renovables, así como en la actualización del calendario indicativo de subastas para el periodo 2024-2030. También hay un compromiso para la mejora de los mecanismos de coordinación interadministrativa en la tramitación de proyectos.

Además, se incide en la excelencia ambiental y social de los proyectos para mejorar su integración en territorio y su tramitación y, en concreto, se habla de maximizar la selección de emplazamientos por parte de los promotores de aquellas ubicaciones con mayor compatibilidad ambiental, así como de la identificación y promoción por parte del sector de criterios óptimos de integración territorial y ambiental y de participación social.

También se trabajará en el impulso de la comunicación por parte de actores públicos y privados sobre las oportunidades de los proyectos para el progreso.

En el marco de la previsibilidad de la integración de renovables en el sistema, apuestan por impulsar la electrificación de la demanda energética y maximizar la integración de la generación renovable en el sistema.

Entre otra acciones previstas están el refuerzo de capacidades de fabricación en el sector eólico y, para ello, apuestan por un programa de ayudas de impulso a la cadena de valor de las energías renovables, incluyendo la eólica.

También se aboga por avanzar en la evolución de los programas educativos actuales para una mayor cobertura a las necesidades de la industria eólica. Junto a ello, se fomentarán los programas de formación en el sector. Un último punto en este capítulo tiene que ver con la estrategia del sector eólico para el mantenimiento del empleo.

Otra línea de actuación se centra en la activación de las palancas en el ámbito de la administración. Para ello, se seguirá avanzando en incrementar la coordinación y capacidad integral de las administraciones públicas, se trabajará en el impulso de los Concursos de capacidad de acceso a la red teniendo en cuenta, entre otros, criterios de impacto en cadena de valor industrial.

Junto a ello, apuestan por avanzar en esquemas que dinamicen la repotenciación de parques eólicos y en la incorporación de criterios en las subastas de energía eólica asociados al valor añadido «más allá del puro precio».

La declaración también incluye activar palancas y compromisos en el ámbito de las empresas del sector eólico y se recoge buscar la excelencia en la tecnología a instalar, con visión a largo plazo. También se promoverá la creación a nivel europeo de un sello «Made by Europe» de excelencia eólica tecnológica e industrial. Asimismo, habrá un apuesta por sistemas que garanticen la gestión segura de las instalaciones.

Otro ámbito de actuación será facilitar la previsibilidad de la oferta y la demanda y también se comprometen a contribuir a un entorno internacional «justo y competitivo».