Campo de Romanos entre Nombrevilla y Romanos (ZAragoza). Terrenos donde se pretende ubicar las plantas fotovoltaicas | ADT ARAGÓN

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La Asociación Amigos de la Tierra Aragón ha presentado recurso de alzada ante el Departamento de Industria del Gobierno de Aragón contra las plantas fotovoltaicas Santa Quiteria I y Santa Quiteria II, de 49,5 megavatios cada una, que Forestalia pretende desplegar en la comarca natural de Campo de Romanos, en la provincia de Zaragoza.

El presidente de Amigos de la Tierra en Aragón, José Antonio Domínguez, ha confiando en que se atienda esta petición y ha avanzado, en declaraciones a Europa Press, que acudirán a la Fiscalía General del Estado, como ya ha procedido Teruel Exite con otros proyectos de renovables en la provincia turolense.

José Antonio Domínguez ha explicado que estas dos plantas de Santa Quiteria I y Santa Quiteria II, forman parte de un conjunto de ocho que Forestalia ha proyectado en varios términos municipales y que ocuparían más de mil hectáreas de suelo, principalmente agrícola.

Además, la instalación de plantas solares necesita de dos subestaciones y de una línea de alta tensión de 28 kilómetros atravesando la sierra de Paniza para evacuar la electricidad hasta la subestación de Cariñena, de donde se derivaría a su vez la red de distribución de otros parques de renovables.

Amigos de la Tierra ha alegado en los recursos de alzada que los proyectos --cada uno de 49,5 megavatios-- se presentan fragmentados «incumpliendo» la legislación del sector eléctrico y ocasionarían un «irreparable» daño ambiental tanto al territorio por los desmontes y movimientos de tierra, como a la fauna esteparia por la ocupación de suelo y por las decenas de kilómetros de vallados que conllevan estas instalaciones.

Incluso el INAGA ha resuelto «compatible» ubicar la planta Santa Quiteria I íntegramente dentro de Red Natura, ha criticado Amigos de la Tierra.

80 torres de alta tensión

Además, la línea de alta tensión que transcurre por la sierra de Paniza supondría una «agresión intolerable» debido a las dificultades del relieve y a los desmontes y accesos que serían necesarios llevar a cabo para ubicar las 80 torres de alta tensión necesarias.

Para esta entidad naturalista «los proyectos de Forestalia en Campo de Romanos son el »caso típico de extractivismo favorecido por INAGA y la Consejería de Industria sobre unos territorios que se degradan y sufren los impactos para producir energía que se exporta a otras regiones, además de suponer un claro ejemplo de despilfarro de esa energía que se pierde en el transporte a larga distancia", recoge el recurso de alzada de Amigos de la Tierra.

La organización ecologista además de trabajar en otras vías legales ha presentado estos recursos dentro de la campaña para «impedir un monumental atentado ecológico» en Campo de Romanos en coordinación con otras entidades que ya han recurrido la línea de alta tensión, como Ansar y Ecologistas en Acción.

En concreto este recurso de alzada se presenta contra la resolución del 22 de enero de 2024, de la Directora General de Energía y Minas del Departamento de Economía, Empleo e Industria, al ser quien otorga --con su firma-- la autorización administrativa previa y de construcción de la planta solar fotovoltaica «Santa Quiteria II» --de 41,58 megavatios nominales y 49,9 megavatios pico (mwp)-- en los términos municipales de Anento, Nombrevilla y Romanos (Zaragoza).

Entre las alegaciones, Amigos de la Tierra ha argumentado que la Comunidad Autónoma de Aragón es «excedentaria» en la generación de energía eléctrica, ya que se produce el doble de la que se consume, según el Boletín de Coyuntura Energética que elabora el Gobierno de Aragón y que refleja que en Aragón se genera el 150 por ciento de la energía eléctrica que consume con fuentes de origen renovable, según el citado boletín.

En el conjunto de España, la demanda de energía eléctrica viene decayendo desde hace unos veinte años y sólo en 2022 ha descendido un 2,4 por ciento respecto del año anterior.

Peligro de extinción

Otra de las alegaciones recoge que las afecciones a la fauna «son indudables» por la ocupación de «importante extensión suelo» y la expulsión de las especies que lo ocupan; más los vallados y placas por el efecto barrera de los primeros y la siniestralidad que ocasionan ambos.

Al respecto, ha precisado que pese a que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) estima el proyecto compatible, la ocupación de suelo que alcanza 73,40 hectáreas valladas hace incompatible la presencia de especies esteparias como sisón común 'Tetrax tetrax' y avutarda 'Otis tarda' --catalogadas en peligro de extinción-- y aguilucho cenizo 'Circus pygargus' --catalogado como vulnerable- entre las más significativas. Estas especies necesitan de amplios espacios abiertos y zonas despejadas para detectar depredadores y amenazas.

Especialmente grave sería, ha alertado, el impacto de la planta y el tendido eléctrico de evacuación sobre el sisón común, catalogado en peligro de extinción y que el proyecto "no valora en su medida y cuyas poblaciones se han desplomado en España y Aragón.

El propio estudio de impacto ambiental --realizado por el INAGA al ser de menor de 50 megavatios-- resalta la incompatibilidad de la planta por su afección a especies catalogadas, en especial a 'Chersophilus duponti' o rocín o alondra ricotí o de Dupont, catalogada en peligro de extinción.

La falta de evaluación del balance energético total es otra de las alegaciones de Amigos de la Tierra porque debe incluir la parte alícuota de la línea eléctrica de evacuación en todas sus fases de construcción, instalación, mantenimiento y desmantelamiento.

Estas exigencias no se recogen en el proyecto que recibe resolución favorable de la administración «suponiendo de forma piadosa y genérica un balance energético y de emisiones de CO2 positivo».

La fragmentación «indebida» de los proyectos se recoge en otra de las alegaciones porque Santa Quiteria I y Santa Quiteria II forman parte de un conjunto de 8 proyectos de plantas fotovoltaicas, todos de Forestalia y todos de 49,9 megavatios, excepto el de Granjera de 40 megavatios, que suman una potencia 389,3 megavatios afectando a 1.142 hectáreas en los términos municipales zaragozanos de Nombrevilla, Romanos, Badules, Burbáguena, Langa del Castillo, Torralbilla y Mainar.

Línea de alta tensión

La energía que generarían estas 8 plantas fotovoltaicas verterían a dos subestaciones nuevas e interconectadas: SET Camporromanos y SET Cilleruelos en los términos de Romanos y Torralbilla respectivamente, que supondría una nueva línea de evacuación de 220 kilovatios con una longitud de 28,5 kilómetros y afectaría a los términos municipales de Romanos, Torralbilla, Villarroya del Campo, Mainar, Villarreal de Huerva, Encinacorba y Cariñena, provincia de Zaragoza.

El peticionario de este línea de evacuación es Energías Renovables de Gladiateur 29, S.L. con la «Finalidad: evacuar la energía producida en los parques fotovoltaicos Sama I, Sama II, Sama III, Pedregoso, Santa Quiteria I, Santa Quiteria II, Granjera y Cilleruelos»

Por tanto, conforme las características, dimensiones y potencia total instalada, la competencia para la tramitación, evaluación ambiental y aprobación del proyecto «debió de recaer en la Secretaría de Estado de Energía», ya que según la Ley del Sector Eléctrico, corresponde a la Administración General del Estado la competencia para autorizar «instalaciones peninsulares de producción de energía eléctrica con sus infraestructuras de evacuación, de potencia eléctrica instalada superior a 50 MW, instalaciones de transporte primario peninsular y acometidas de tensión igual o superior a 380 Kv».

Oras alegaciones recuerdan que hay jurisprudencia sobre fragmentación indebida de proyectos en Galicia y Valencia; no hay evacuación del lucro cesante de actividades turísticas y de ocio; se «menosprecia» los aspectos territoriales y paisajísticos; y se vulneran leyes autonómicas y nacionales.