El programa 'Resiliencia y currículum socioemocional para alumnado adolescente de Bizkaia' ha formado a más de 2.000 adolescentes | IREKIA

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Un proyecto del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Basurto de Osakidetza ha sido reconocido por la Comisión Europea como Mejor Práctica en el campo de la Salud Mental en la promoción y prevención primaria, dirigido a alumnado adolescente, de 13 a 18 años.

Según ha explicado del Departamento de Salud, el plan se ha implantado en un total de 29 centros educativos de Bizkaia y ha formado a más de 2.000 alumnos en habilidades para resolver sus problemas emocionales.

Bajo el título 'Resiliencia y curriculum socioemocional para alumnado adolescente de Bizkaia', se trata de un proyecto recogido en la 'Estrategia de Salud Mental de Euskadi 2023-2028' del Departamento de Salud del Gobierno Vasco, dentro de su objetivo para la promoción de la salud mental en la infancia y adolescencia, prevención y detección precoz de los síntomas y trastornos de salud mental y lucha contra el estigma hacia la enfermedad mental en estas edades, a desarrollarse en centros escolares.

Este proyecto se centra en enseñar y entrenar al alumnado adolescente en habilidades para la resolución de problemas emocionales por parte del profesorado, quienes han sido previamente formados por expertos en Salud Mental Infantil y de la Adolescencia del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Basurto.

Los alumnos prenden habilidades de atención plena, dirigidas a impulsar el autoconocimiento, tolerancia al malestar para ayudar a frenar conductas impulsivas desadaptativas, regulación de las emociones y efectividad interpersonal.

Resultados

El Departamento de Salud ha destacado que el alumnado, profesorado y familias han expresado su alta aceptación y valoración muy positiva sobre esta iniciativa de Osakidetza.

Como señala Arantza Fernández Rivas, jefa de sección de Psiquiatría infanto-juvenil del Hospital Universitario Basurto, «los docentes afirman que, tras la formación, se sienten más competentes y apoyados para abordar las necesidades socioemocionales del alumnado», mientras los estudiantes «se sienten capacitado al adquirir estas destrezas y percibe al profesorado implicado y cercano a sus necesidades».

«Indirectamente esta enseñanza aporta un beneficio para la lucha contra el estigma asociado a las enfermedades mentales», ha añadido Fernández.

El proyecto ha recogido datos de trece centros escolares pertenecientes al Berritzegune Basauri-Galdakao, pioneros en este proyecto, y con 1.577 alumnos. Gracias a este estudio se ha evidenciado que el alumnado que mostraba mayor vulnerabilidad emocional antes de la formación «mejora ostensiblemente» en sus síntomas emocionales, disminuye los problemas de conducta con sus compañeros, y mejora su habilidad para expresar sentimiento.

En este sentido, Fernández Rivas ha señalado que «se incrementa en un 50% los alumnos que mejoran los síntomas emocionales que padecían y se duplican los que mejoran los problemas de conducta».

«Parte del éxito del programa radica en la colaboración con los centros educativos, lo que permite aunar fuerzas entre nuestros expertos en salud mental y el profesorado», ha manifestado la jefa de Psiquiatría, quien ha explicado que «forman a los docentes, para que, luego, enseñan estas habilidades al alumnado».

La Fundación OMIE y la Fundación Vasca para la Investigación en Salud Mental han colaborado en este proyecto en su labor de coordinación de la formación y ayuda al análisis de los resultados.