Según informa este lunes en un comunicado, usaban focos LED de bajo consumo y filtros de carbono y extractores, a fin de no ser detectados por la policía, que intervino dos armas de fuego largas, una pistola detonadora con «numerosa» munición y un total de 29,425 kilos de cogollos (5,185 kilos de peladura y 1.724 plantas).
La investigación se llevó a cabo gracias a la colaboración ciudadana: alertaron de «un constante trasiego de personas y vehículos y serios problemas de sobrecarga en el tendido eléctrico», cuyo importe total defraudado asciende a más de 30.000 euros, ha detallado.
Los detenidos supuestamente tomaban medidas de seguridad y se presumía «una alta peligrosidad», por lo que el operativo contó con unidades policiales especializadas (Brigada Provincial de Policía Judicial de Girona, dos subgrupos de la Unidad de Intervención Policial UIP, y Sistemas Especiales de Barcelona (Unidad de drones).
En el momento del asalto, se encontró en el interior del recinto a cuatro de los detenidos, que «intentaron escapar y arrojar parte de la sustancia estupefaciente por el inodoro»; mientras que la Policía Local del municipio interceptó al quinto en las inmediaciones, que presentó una documentación falsa.
Asimismo, se los detuvo y se procedió al desmantelamiento de material «de elevado valor» utilizado para el cultivo; y, con la ayuda de una empresa eléctrica, se restableció el consumo eléctrico normalizado de la zona, y se solucionó el problema de cortes de luz que afectaba a los vecinos.
Los detenidos fueron puestos a disposición de la autoridad judicial competente, se decretó prisión sin fianza para tres de ellos y libertad provisional para los tros dos, con medidas cautelares hasta la celebración del juicio.
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