Archivo - Audiencia Provincial De Teruel | Europa Press - EUROPA PRESS - Archivo

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La Audiencia Provincial de Teruel ha condenado a cuatro años de prisión a un abuelo por abusar sexualmente de su nieta, que tenía 13 años cuando se produjo el delito.

En la sentencia, recogida por Europa Press, el tribunal ha considerado que «el relato de la menor sobre los hechos resulta congruente, persistente, carente de contradicciones relevantes o de ambigüedades». Asimismo, ha decretado que no se da ninguna circunstancia «que pudiera hacer sospechar de un móvil espurio» para interponer la denuncia por parte de la madre y ha estimado que la declaración de la menor es prueba de cargo suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia del acusado.

Según recogen los hechos probados, la niña dormía con sus abuelos en la misma cama y, durante la noche del 11 de agosto de 2021, en Alcañiz (Teruel), el condenado le bajó el pantalón del pijama y la ropa interior a la menor, tras lo que el condenado le tocó los genitales e intentó atraer a su nieta hacia él. Al percatarse, la menor llamó a su abuela y, al despertar, el acusado se hizo el dormido.

La madre, quien ha ejercido la acusación particular, se enteró de los abusos sexuales casi un año después, en abril de 2022, tras ver unos mensajes de 'whatsapp' «alarmantes» de su hija hacia una amiga.

En septiembre de ese mismo año, la menor fue diagnosticada de estrés postraumático por el Servicio de Pediatría del Hospital Universitario La Paz, en Madrid, y comenzó tratamiento psiquiátrico por trastorno adaptativo con alteración mixta de emociones y conducta, con sintomatología compatible con una experiencia de abuso sexual, como problemas de sueño, pesadillas, autolesiones o ataques de ansiedad.

Indemnizar

Además, el abuelo, de 71 años, natural de Ecuador y residente en Madrid, deberá indemnizar a su nieta con 6.000 euros más los intereses legales por daños morales y, una vez finalizada la pena de cárcel, tiene prohibido aproximarse a ella a una distancia inferior a 500 metros durante diez años, así como comunicarse con la joven por cualquier medio.

Asimismo, con posterioridad al cumplimiento de la pena, el tribunal de ha impuesto una medida de libertad vigilada durante cinco años.

La acusación particular, ejercida por la madre de la menor, reclamaba diez años de cárcel para el abuelo paterno más otros seis años de libertad vigilada. La Fiscalía, por su parte, solicitaba seis años de prisión y cinco de libertad vigilada.

Contra esta sentencia cabe recurso de apelación ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Aragón.