Archivo - Una mujer se realiza una mamografía. | IREKIA - Archivo

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El cáncer sigue siendo la primera causa de muerte en Euskadi, donde se diagnostican 14.000 nuevos casos de esta enfermedad al año, aunque la incidencia y su tasa de mortalidad mantienen una tendencia a la baja.

En Euskadi la incidencia de cáncer y la tasa de mortalidad por esta enfermedad mantienen su tendencia a la baja, según los datos dados a conocer este lunes por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco con motivo de la conmemoración del Día Mundial Contra el Cáncer, que se celebra este domingo, 4 de febrero.

Aun así, el cáncer sigue siendo la primera causa de muerte en Euskadi y el 27,4% de la población vasca fallece a causa del esta enfermedad, por lo que el Departamento de Salud incide en la importancia de continuar trabajando, en el marco del Plan Oncológico de Euskadi, especialmente en el ámbito de la prevención y la investigación, para seguir reduciendo la mortalidad, aumentando la supervivencia y mejorando la atención a los y las pacientes.

Según los datos aportados por la Consejería de Salud, entre 2014 y 2018 se diagnosticaron en Euskadi 71.069 casos de cáncer, lo que supone 14.214 nuevos casos al año (8.230 en hombres y 5.984 en las mujeres), con una tasa de incidencia bruta de 778,8 por 100.000 en los hombres y de 535,1 por 100.000 en las mujeres. Destaca que el 50% de la incidencia de debe a las cuatro localizaciones más frecuentes: colon-recto, mama, próstata y pulmón.

Atendiendo a la evolución de las tasas de incidencia del conjunto de tumores malignos, entre el periodo 2001-2018, en los hombres la progresión no ha sido uniforme, ya que en los primeros años, hasta 2012, aumentó 0,3% anual, y, desde entonces hasta 2018, se produjo un descenso anual de 1,9%. Este punto de inflexión en el año 2012 se debe a la fuerte caída de la tasa de casos de tumores de colon-recto.

En el caso de las mujeres, se observa un aumento significativo del 1,8% anual hasta 2013 y desde entonces hay un descenso no significativo del 0,3% anual hasta 2018, destacando el aumento significativo en la incidencia del cáncer de pulmón.

Evolución de la mortalidad

En referencia a los datos relativos a la mortalidad, en el quinquenio 2018-2022, se han producido 30.799 defunciones por cáncer en residentes de la Comunidad Autónoma Vasca, lo que representa una media anual de 6.160 muertes al año (3.674 hombres y 2.486 mujeres), con una tasa de mortalidad bruta por 100.000 habitantes de 344,9 para los hombres y de 220,5 para las mujeres.

Las localizaciones más frecuentes en ambos sexos fueron pulmón, colon-recto, páncreas, próstata y vejiga. Estas cinco localizaciones suponen el 50% de la mortalidad por cáncer.

Atendiendo a la evolución de la mortalidad en las dos últimas décadas, la disminución de la mortalidad por cáncer en hombres se mantiene durante todo el periodo. Este descenso ha sido de un 0,8% anual en los primeros años, hasta el 2013, y de un 2,4% anual del 2013 al 2022. En hombres, desciende significativamente la mortalidad por cáncer de colon-recto, un 4,1%, y por cáncer de pulmón, un 1,8%. Por el contrario, la mortalidad masculina ha aumentado por cáncer de páncreas, un 1,1%, concretamente.

En las mujeres, el descenso en la mortalidad por tumores malignos ha sido menor, de un 0,3% anual a lo largo de todo el periodo. Desciende significativamente la mortalidad femenina por cáncer colon-recto, por contra, aumenta en cáncer de pulmón, un 6,8% hasta el año 2010 y un 2,7% desde este año hasta 2022.

Programas de cribado

Para continuar en esta senda de descenso de la incidencia y la mortalidad, el Departamento de Salud ha considerado importante incidir en la trascendencia de la prevención y ha destacado «el compromiso de la sanidad vasca con los programas que apoyan la reducción del consumo de tabaco y alcohol, así como la promoción de la actividad física y de hábitos saludables para evitar los principales factores de riesgo del cáncer y de otras enfermedades».

Al mismo tiempo, ha subrayado la relevancia de los programas de cribado que Euskadi desarrolla, gracias a los cuales se logra la detección precoz del cáncer de mama, de cérvix y de colon.