El alcalde de Montellano, Curro Gil | ROCÍO RUZ-EUROPA PRESS

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El alcalde de Montellano (Sevilla), Curro Gil, ha llamado este miércoles a la ciudadanía de este municipio a no discriminar a la familia del joven de 17 años de nacionalidad siria, vecino del municipio y arrestado el domingo por la tarde por su presunta relación con el terrorismo yihadista, así como a evitar «especulaciones» sobre el asunto y a actuar con «prudencia». Tras ser detenida la madre del citado adolescente y ser puesta en libertad sin llegar a ser entregada a la Audiencia Nacional, el primer edil ha sostenido que si esta mujer «no está imputada, no debe haber problema con ella».

Curro Gil ha protagonizado este miércoles una nueva rueda de prensa en su municipio, después de que la Audiencia Nacional haya ordenado el internamiento del citado menor durante seis meses por supuestos delitos de integración terrorista por su pertenencia a Estado Islámico, adoctrinamiento y tenencia de explosivos.

Según el juez instructor del caso, este joven sirio refugiado en España se habría hecho con diversas sustancias para elaborar explosivos, así como con manuales para su fabricación, siendo localizado en su teléfono móvil de diverso material yihadista. Los investigadores consideran que este joven se encuentra «altamente radicalizado», está obsesionado con la temática militar, tiene ropa de camuflaje y es tremendamente homófobo y antisemita, toda vez que un informe del Grupo de Desactivación de Explosivos ha concluido que las sustancias halladas en su domicilio son consideradas como precursores de explosivos.

En este marco, el alcalde de Montellano ha insistido en que desde que hace unos dos años se instalase en el municipio la familia formada por este joven, su madre y su hermana, todos ellos de nacionalidad siria, como refugiados huidos de la guerra que se libra en su país, se mostraban como personas «normales» e «integradas» en la vida social del municipio.

"nadie podía pensar" lo que tramaba el joven

Según ha rememorado, le consta que hace algunos meses algunos comerciantes manifestaron que habían recibido la visita de agentes de paisano de la Policía Nacional «para preguntar por la compra de algunos productos», extremo que ha encuadrado en el «seguimiento» policial al mencionado joven, si bien entonces «nadie podía pensar» en nada sospechoso.

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Especialmente, el alcalde de Montellano ha manifestado que tras quedar en libertad la madre del detenido, sin llegar a ser puesta a disposición de la Audiencia Nacional, «si no está imputada, no debe haber ningún tipo de problema con ella»; exponiendo que esta mujer y su hija, hermana del arrestado, «mientras no se demuestre lo contrario, son personas igualmente como todas las que viven aquí».

Al punto, ha defendido que Montellano es «un pueblo acogedor» que cuenta con diferentes «familias que han venido de distintos sitios, refugiados que viven una situación compleja y difícil» y que «están perfectamente integradas», participando incluso de las tradiciones y festejos de la localidad. Las circunstancias que afrontan estas personas, según ha destacado, son un acicate para ser «más comprensivos al acogerlas».

Y de nuevo, el alcalde ha llamado una vez más a «la calma», porque «no hay ningún peligro» en el municipio y «todo está bajo control». Al punto, ha pedido «responsabilidad a la población y a los medios de comunicación», reconociendo el «miedo» que pueden sentir algunos ante «estas situaciones» pero llamando a actuar «con prudencia» y a evitar «especulaciones que generan incertidumbres».

"cuidado con lo que ponemos en las redes"

«Hay que tener mucho cuidado con lo que ponemos en las redes sociales y en lo que decimos, porque tiene mucha repercusión», ha dicho más expresamente el alcalde de Montellano.

Del mismo modo, Curro Gil ha llamado a «hacer vida normal» en la localidad, insistiendo en que no hay «ningún riesgo». Y es que según ha indicado, «hay muchos alumnos» que no están acudiendo al instituto donde estudiaba el joven detenido, situación en la que pesan dos realidades, la de las familias que «pueden tener más miedo o no» y la de jóvenes que «están aprovechando la coyuntura» para eludir su obligación de asistir a clase.