El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en una imagen de archivo. | María José López - Europa Press

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El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se ha apoyado este martes en un informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que aboga por dotar a Andalucía de un fondo de nivelación de 1.409 millones de euros para mejorar su financiación por habitante ajustado, para exigir al Gobierno que «acabe con este agravio».

Moreno se ha pronunciado así a través de un tuit publicado en la red social X invocando ese trabajo de Fedea, que se publicó este lunes y prevé un fondo de 3.277 millones para solventar la peor financiación por habitante ajustado de cuatro comunidades autónomas: Castilla La Mancha, Murcia Comunidad Valenciana y Andalucía.

De esos 3.277 millones, según los cálculos de Fedea, el 43% sería para Andalucía.

El presidente de la Junta de Andalucía ha esgrimido que «los expertos en economía de Fedea lo dicen» como símbolo de apoyo a la tesis del Gobierno andaluz de que la región recibe una financiación inferior a la que le correspondería, para seguidamente concluir que «Andalucía está infrafinanciada» y a partir de esta premisa recuerda que el autor del estudio, el director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente, apuesta por «un fondo de nivelación» que «compensaría los 1.409 millones de euros que los andaluces dejamos de recibir cada año hasta que haya un nuevo modelo de financiación».

El tuit de Moreno descansa sobre los cálculos de un informe que rubrica el director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), titulado 'Food for tought: aportaciones al debate sobre políticas públicas'.

Con los números que hace De la Fuente, a partir de la liquidación definitiva de la financiación del ejercicio 2021, Andalucía pasaría de tener una financiación por habitante ajustado de 2.793 euros, el 94,3% de una media nacional de 2.963 euros, a alcanzar precisamente esa cota, los 2.963 euros.

Por cada andaluz que se contabiliza en el reparto de la financiación serían 170 euros más y con ello crecería 3,5 puntos la financiación por habitante y se situaría entonces en el 97,8% de la media española, que sería de 3.029 euros.

En esa asignación de recursos de los 3.277 millones en que cifra Fedea la dotación del fondo de nivelación, después de Andalucía aparecería la Comunidad Valenciana con 1.148 millones, 405 millones serían para Murcia y los 315 restantes para Castilla La Mancha.

Estas tres comunidades se situarían como Andalucía en la misma cantidad de financiación por habitante, esos 2.963 euros.

La financiación de las cuatro quedaría 66 euros por debajo de la financiación media de 3.029 euros.

De la Fuente sitúa «la creación de un fondo complementario de nivelación», que enmarca en «una primera fase de la reforma», como peldaño inicial para «mejorar la equidad del reparto territorial» de los recursos públicos, por lo que coincide así con la Junta de Andalucía en el remedio para el diagnóstico de la infrafinanciación de un modelo de financiación que expiró en 2014 tras haberse aprobado en 2009.

También lo hace en la vigencia de ese fondo transitorio, que el director de Fedea extendería «hasta que se completase la reforma del modelo de financiación autonómica» y, a partir de entonces, se trataría de «integrar sus recursos en el sistema general».

«El coste de esta medida rondaría los 3.000 millones de euros que se repartirían entre Murcia, Valencia, Andalucía y Castilla la Mancha», prosigue explicando el director de Fedea, que estima que su contribución propiciaría «eliminar toda, o al menos buena parte, de la distancia existente con respecto al valor actual de esa referencia».

Diferencia de 25 puntos en habitante ajustado

En este informe sobre la financiación autonómica, el diagnóstico apunta «la complejidad y falta de transparencia del sistema de financiación de régimen común (SFRC)», una conclusión que atribuye al «enrevesado sistema de transferencias verticales que canaliza recursos desde el Estado hacia las comunidades autónomas», hecho que cree causado por «criterios de asignación variopintos y en ocasiones contradictorios entre sí».

El trabajo de Ángel de la Fuente considera «muy discutible» el reparto de las transferencias, por cuanto aprecia que queda «fuertemente condicionado por una rígida cláusula de statu quo» y con ese parámetro «tiende a congelar la distribución de recursos pese a las sucesivas reformas del modelo».

El respeto hacia el statu quo, esgrime, «es también la fuente fundamental de los problemas de equidad del sistema de financiación» porque deriva en «una distribución excesivamente desigual y esencialmente arbitraria de la financiación regional».

De la Fuente le pone números a esas apreciaciones para indicar que «aún dejando de lado a las comunidades forales, con datos de 2021, el último año liquidado, existe un abanico de unos 25 puntos porcentuales entre las regiones mejor y peor tratadas por el sistema en términos de financiación por habitante ajustado, a competencias homogéneas e igual esfuerzo fiscal».

Prosigue indicando que, de incluir a las comunidades forales, esa desventaja en habitante ajustado entre territorios «son mucho mayores, pues estos territorios se sitúan entre 50 y 100 puntos por encima de la mejor financiada de las comunidades de régimen común».

De la Fuente argumenta que «no es que las regiones pobres, o las ricas, estén sistemáticamente bien o mal financiadas, sino que hay un poco de todo», para indicar entonces que si «Murcia está en 91 y Andalucía en 94 sobre una media de 100 para el conjunto de las comunidades de régimen común, mientras que Extremadura anda por 111 y Canarias está en 107».