El Lehendakari, Iñigo Urkullu, en un foro organizado por Deia en Bilbao | H.BILBAO

TW
0

El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha reprochado a EH Bildu que en el ámbito de la política en el Estado español apele a la «generosidad» y al «principio de la realidad», mientras que en Euskadi se aprovecha y fomenta el «malestar social» frente al «sistema institucional para el asalto al poder».

Urkullu ha hecho esta reflexión en el foro Deia, donde también ha lamentado que no se ponga en valor el ejercicio de autocrítica que ha hecho, y ha criticado que nadie haya asumido el «fiasco» de las huelgas en el sector público vasco.

En relación a la elevada conflictividad laboral en Euskadi por el número de huelgas, cree que «responde a un pretendido intento de generar un malestar social con la finalidad del 'asalto al poder'».

«Eso está escrito, en ponencias o en planteamientos estratégicos de cara a dos años de una determinada formación política (EH Bildu) o está también en el ADN de un determinado agente social (en alusión a ELA), el de generar un malestar social frente a lo que es el sistema institucional y provocar con ese malestar un asalto al poder, no sé si para modificar el sistema institucional o para intentar una estrategia del cuanto peor mejor», ha advertido.

Frente a ello, ha defendido que el Gobierno ha tenido una actitud «lo más responsable posible» en cuanto a la gestión de recursos. El Lehendakari ha recordado que han sido 2.700 huelgas las celebradas desde el año 2012, y ha indicado que, desde enero hasta la celebración de los elecciones municipales y forales de mayo, había habido lrededor de 86 conflictos y huelgas.

"fiasco"

«¿Alguien cree que esta es la realidad de Euskadi, la realidad que se provoca con lo que puedan ser las huelgas?. ¿Alguien ha pedido o ha hecho alguna consideración respecto al fiasco de las huelgas convocadas en la Administración Pública a lo largo de este último año, por ejemplo?. ¿Alguien ha asumido alguna responsabilidad del fiasco de lo que ha sido el seguimiento de la última huelga en la Administración Pública?», se ha preguntado.

Iñigo Urkullu ha respondido que nadie lo ha hecho y, por tanto, se demuestra la pretensión de «generar un malestar social» aprovechando que, como ha reconocido, todos han perdido poder adquisitivo en Euskadi.

El Lehendakari ha afirmado que las crisis «traen consecuencias y hay que pagarlas» pero ha destacado el esfuerzo del conjunto de las administraciones vascas a favor de la cohesión social y la generación de riqueza, «siempre desde el principio de realidad».

Urkullu ha apuntado que le llama la atención que, ante la situación que vive el conjunto del Estado español en clave política, suenen «bonitas cuestiones o concepciones como que es necesario el principio de realidad, la generosidad, la paciencia estratégica», algo que, según ha señalado, lo dicen «formaciones políticas o representantes de una formación política que se ha aprovechado también de esa generación de malestar social para el asalto al poder», en referencia a EH Bildu.

Tras asegurar que el principio de realismo es lo que siempre han pretendido desde el Gobierno vasco de cara a ese planteamiento de cohesión social y de ayuda en la generación de riqueza, ha afirmado que «por algo será» que en Euskadi hay una tasa de pobreza severa menor en el conjunto de la Unión Europea y la sociedad vasca es la que «más cohesionada está».

También ha advertido de que, «quien promete sin límite, quien afirma que todo es posible», está «jugando» con el futuro de la sociedad y es una actitud «irresponsable y egoísta».

Asimismo, ha manifestado que «la imagen de conflicto continuo, la estrategia de huelga tras huelga tiene sus consecuencias». ¿Nos preguntamos por la imagen de un país que, desde 2012, ha tenido 2.700 huelgas?. ¿Nos preocupamos por las consecuencias de albergar la mitad de las huelgas de todo el Estado?, ha preguntado.

A su juicio, a las empresas se les debe ofrecer estabilidad y seguridad jurídica como país pero también «un clima economico-social que resulte de interés y seguir siendo competitivos».

Oposición

Cuestionado por la actitud de toda la oposición que en general le reprocha falta de autocrítica, Iñigo Urkullu ha indicado que es un «tópico» y son cuestiones «recurrentes» en el discurso de estos partidos cuando, según ha recordado en distintas intervenciones en el Parlamento vasco, ha pedido perdón y ha hecho un ejercicio de autocrítica, como en el último discurso de fin de año.

Sin embargo, ha asegurado que es «inútil» y ha afirmado que nadie lo ha puesto en valor. Asimismo, ha señalado que, en su primer Gobierno, cuando estaba en minoría, invitó a todos los partidos a «hacer un diagnóstico compartido sobre la situación y aportar entre todos soluciones» y la respuesta fue «nula colaboración».

Urkullu ha añadido que en tres legislaturas van a aprobar 116 leyes e inicativas con carácter legislativo, «a razón una ley al mes», y ha afirmado que han aprobado normas, no solo apoyadas por los partidos del gobierno, sino con el acuerdo de otros grupos.

Por lo tanto, ha afirmado que la disposición al diálogo del Gobierno ha sido «desde el primer momento», incluso ahora que cuentan con mayoría absoluta.

Osakidetza

En relación a las críticas hacia Osakidetza, cree que hay una «pretendida traslación» a la opinión pública de cuestiones que tienen «que ver con la fortaleza o debilidad del autogobierno y su gestión por parte del Gobierno», y no solo se trata de Osakidetza sino que ha citado otros ámbitos que son «joyas de la corona» como son Educación, Ertzaintza y protección social.

El Lehendakari ha manifestado que, por parte de agentes sociales y también desde algunos medios de comunicación, se quiere trasladar una «mala gestión o la inutilidad de un concepto de autogobierno».

Sobre Osakidetza, ha rechazado la acusación de privatización y ha invitado a que alguien le diga «qué es lo que se ha privatizado de lo que es público».

Además, ha destacado su apuesta por la excelencia en el Servicio vasco de Salud, con la inauguración de tres hospitales nuevos, la apertura de once centros de salud, y la inversión en renovación de equipos en atención primaria y centros hospitalarios.

«Invito a que se haga una reflexión sobre el presupuesto que teníamos para el Servicio público de Salud en el año 2013, 3.200 millones de euros para hacer la comparativa con el presupuesto actual 4.896 millones de euros», ha añadido.

Asimismo, ha citado la inversión en personal, que ha pasado de 32.000 personas en el sistema sanitario público a 40.000, y se ha estabilizado la interinidad que existía.

Por lo tanto, cree que el esfuerzo con esta «joya de la corona», y con otros ámbitos, como Educación, Ertzaintza y protección social, es «evidente»

Ante la respuesta desde Euskadi para hacer frente a las distintas coyunturas marcadas desde el exterior, ha puesto en valor el diagnóstico y la interlocución permanente con quien realmente «genera economía» y el compromiso compartido de «dar soluciones en base a las aportaciones que desde el tejido económico y productivo se han recibido». A su juicio, ello les ha permitido tener un «diagnóstico certero» y también «un compromiso colectivo con la solución».

«Por lo tanto, la primera receta ante lo que es la afección global, que a un país pequeño como es el nuestro, tiene que ser el del diagnóstico certero y compartido y el de la búsqueda de las soluciones compartidas», ha añadido. Por último, ha señalado que, a partir de ahí, están las medidas que las distintas instituciones vascas han podido implementar en base al autogobierno y la capacidad de gestionar los propios recursos.