El cineasta húngaro Béla Tarr protagoniza un ciclo en la Filmoteca de Catalunya | DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

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El cineasta húngaro Béla Tarr protagoniza un ciclo de la Filmoteca de Catalunya con buena parte de su cinematografía durante el mes de enero, y ha asegurado: «No puedo decir que sea un cineasta político, pero sí que puedo decir que tengo sensibilidad social».

En rueda de prensa en Barcelona y preguntado por si se siente un cineasta política, ha remarcado que esa sensibilidad le permite ver «lo malo del mundo», y ha subrayado que le hiere cuando se pisa la dignidad de las personas y que odia el fascismo.

Ha afirmado que él como cineasta no cree que «pueda cambiar el mundo, sino es la gente quien tiene que cambiarlo», y ha subrayado que uno se vuelve político cuando ve que las cosas van mal.

Tarr ha subrayado que se inició muy joven en el mundo del cine, a los 22 años, y que con cada filme le surgía nuevas preguntas y temas de los que hablar, con los monólogos y tomas largas como una de sus señas de identidad, y ha afirmado que «se debe conectar con el contenido».

El cineasta ha reivindicado la importancia del espacio-tiempo en los filmes, pero que ve que muchas de las películas actuales «ignoran el factor tiempo, usan el espacio para ir de un lado a otro», y ha defendido que el secreto para encarar una película es sentirla.

Ha subrayado que para él la música es un protagonista principal de la película y que la tiene ya prevista antes del rodaje, y ha explicado que el casting perfecto es «imposible» porque cada ser humano es diferente y es diferente a cómo uno lo ha imaginado.

El director ha explicado que ha dejado de hacer largometrajes porque cree que en ese formato «ya ha acabado», pero que todavía tiene cosas que decir en otros formatos para mostrar en su opinión la complejidad de la vida, recordando que ya ha hecho una exposición en Amsterdam.

"no me arrepiento de nada"

Preguntado por su trayectoria tras haber recibido el premio honorífico de la Academia del Cine Europeo, ha dicho que preguntar sobre sus películas es como si interrogas a un padre qué piensa de sus hijos, y ha asegurado: «No me arrepiento de nada».

La Filmoteca de Catalunya, en colaboración con Filmin, la Acadèmia del Cinema Català, la Escola de Cinema de Barcelona y Zumzeig, se han unido para rendir homenaje a Tarr.

El ciclo, que se abre con 'Armonías de Werckmeister', incluye películas como 'El caballo de Turín'; la monumental 'Sátántangó', de 450 minutos de duración; 'La condena', y 'Nido familiar', entre otras.

Tarr también ofrecerá dos clases magistrales para los alumnos de la Escola de Cinema de Barcelona y participará en un encuentro con los guionistas de la Residencia de Guiones de la Acadèmia del Cinema Català, así como Filmin incorporará a su catálogo un ciclo del director.